En su visita a Alemania, como parte de la gira europea, el presidente Alberto Fernández tuvo que enfrentar las preguntas del periodismo y vivió, por un lado, el apuro de un funcionario germano pero luego le tocó en carne propia responder preguntas que también lo comprometieron.
La primera situación se dio cuando terminaba la conferencia de prensa junto al canciller Olaf Scholz y un periodista alemán le preguntó al sucesor de Angela Merkel su opinión sobre un tema de política local: las críticas que había recibido su ministra de Defensa por haber llevado en un helicóptero oficial a su hijo.
"Asombrosa esa pregunta, me impresiona", dijo el Presidente argentino entre risas. "Gracias a Dios, no tengo que contestarla yo, sería muy duro si lo hiciera", agregó y de inmediato, Scholz le replicó: "Me hubiera gustado".
"Si tengo que dar mi opinión la doy, pero no creo que corresponda. Y ahora me olvidé la otra pregunta. Me impactó tanto la segunda pregunta que me olvidé de la primera", afirmó Fernández, ante las risas de todo el auditorio.
Pero de la otra situación con una periodista en un mano a mano para la DW Español no pudo escapar y le produjo momentos de tensión.
Consultado sobre la posibilidad de ir a una reelección cuando las encuestas le dan mal, el mandatario argentino replicó: "Yo confiaría un poquito menos de los números de las encuestas, que están muy manipuladas".
Y luego agregó: "El problema mío no es la reelección mía, sino ver cómo sacamos a la Argentina de ese lugar", en alusión a la situación económica.
Luego recalcó que "tengo un solo objetivo que lograr y es que nunca más el neoliberalismo gobierne la Argentina. Porque eso fue Macri. Mi gran adversario es Macri".
Y cuando la periodista le consultó sobre la política tarifaria, Fernández la confrontó. "Tal vez usted no se informó bien", sostuvo y defendió la decisión de que en Argentina se deje de subsidiar "a los sectores más ricos".
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