La crisis económica y social que se vive en Argentina ha llevado a muchos a tomar la decisión de emigrar, por lo general, a Europa o Estados Unidos. Sin embargo, quienes tampoco ven con malos ojos dejar el país son los inmigrantes.

Por lo general, los países africanos han sufrido diferentes crisis migratorias por diferentes motivos: guerras, miserias, escasez de alimentos. Sin embargo, el caso de Senegal es diferente. 

Situado en la costa oeste del continente africano, los habitantes de este país no huyen por los horrores de la guerra o los gobiernos autocráticos y es por esto que no pretenden asentarse en otros países de forma permanente y cortar por completo sus lazos sociales, económicos y afectivos.

En líneas generales, la economía de Senegal muestra buenos indicadores de crecimiento: es una de las más industrializadas, posee un alto nivel de exportacionesy se ha instalado exitosamente como destino turístico internacional. Los migrantes tienen un elevado nivel educativo, hablan varios idiomas además de sus lenguas nativas, el Wólof y el Francés, y pertenecen, en general, a la clase media, ya que la mayoría de ellos fueron ayudados por sus familias para conseguir los costosos medios, legales o no, necesarios para salir de su país.

En Mar del Plata, Mohammed, un comerciante de 29 años contó cómo es la vida del inmigrante en nuestro país: “Acá hay gente buena y mala, como en todos lados. Más de una vez nos pasó que nos trataran mal: ‘Andate a tu país’, me acuerdo que me han llegado a decir, pero la verdad no nos importa. Suelen pasar esas situaciones. Nos quedamos con toda la gente buena y todos los amigos que hicimos acá”.

Sin embargo, Argentina se presenta como una gran opción para recibir migrantes: “Por suerte acá nunca tuve problema con la policía, en Argentina tengo un permiso de residencia provisorio. Algunos de mis compañeros pudieron legalizarlo en 2012, yo llegué después. Pero lo bueno de Argentina es que, aunque no seas legal, no te persiguen por eso”, indicó en declaraciones al diario digital Ahora Mar del Plata.

Pero, por último, admitió que tiene ganas de regresar a Senegal por la crisis que atraviesa nuestro país. “La situación económica en Argentina es tan difícil que estamos pensando en volver a Senegal, porque allá la economía está mejor, se vive mucho mejor. Acá la plata no sirve, no rinde, los costos de vida son muy altos, entre el alquiler y los impuestos ya no alcanza para nada, hasta mi familia en Senegal a veces tiene que enviarme dinero para ayudarme. Yo siempre pienso en el futuro. Aquí no hay futuro. Ni bien pueda vender el fondo de comercio nos vamos a volver para Senegal”, lanzó.

Los pioneros empezaron a venir atraídos por las bondades de la convertibilidad de los años 90 y la eventual oportunidad de enviar dinero a la distancia a sus familias. Además, hasta el momento, permanecer en Argentina les permitió ganar cierta tranquilidad comparada con la severa discriminación y la persecución estatal que prima en los países desarrollados. Hoy en día, la crisis argentina los convoca a nuevos escenarios migratorios y el regreso estratégicamente anticipado a los orígenes, ante la pérdida de estabilidad.