BUENOS AIRES (DYN). El conflicto por la instalación de las papeleras en Fray Bentos no sólo carece de soluciones a la vista, mas allá de la tarea de facilitador del rey de España, sino que retrocedió ayer al escenario de cortes en Gualeguaychú y protestas de Uruguay por violación a tratados del Mercosur.

    La Asamblea Ciudadana de Gualeguaychú cortó la ruta internacional 136 en contra de la instalación de la planta pastera de la empresa Botnia, en el paraje de Arroyo Verde, a 28 kilómetros al noreste de la ciudad entrerriana y a 15 kilómetros del puente internacional General San Martín, que lleva a Fray Bentos. A partir de esta situación, el canciller de Uruguay, Reinaldo Gargano, informó que su país enviará una protesta a Argentina a través de una nota, en la que advertirá que, si se cumple con un nuevo corte de ruta como fue anunciado, se estarán violando reglamentaciones del Mercosur.

    Gargano reiteró los perjuicios económicos que acarrea a Uruguay el corte del paso fronterizo Gualeguaychú- Fray Bentos, aunque señaló que “vamos a trabajar para que en el plano diplomático se logre que las cosas se normalicen y que el tránsito por los puentes no se vea interrumpido”.

REACCIONES. En tanto, el ministro de Ambiente del país vecino, Mariano Arana, aseguró sentirse sorprendido por el corte y reiteró que los temores a problemas ambientales que podría acarrear la papelera Botnia “carecen de sustento técnico y científico”. Dijo que lo sorprende la situación, sobre todo “después de que todos los informes técnicos solicitados por autoridades argentinas van en la misma línea, de entender que todas las preocupaciones ambientales, que supuestamente fueron las que originaron este problema, las supuestas catástrofes anunciadas, carecen de todo sustento técnico y científico”.

PRÉSTAMO. Este nuevo capítulo de la disputa se originó horas antes de que el Banco Mundial, según se prevé, otorgue el crédito de 170 millones de dólares a Botnia para la construcción de la papelera, hecho que tiene un impacto más político que económico, ya que significa algo así como avalar los efectos medioambientales que provocaría. En las últimas dos semanas, delegaciones oficiales de los gobiernos de Argentina y Uruguay, así como vecinos de Gualeguaychú y de Fray Bentos, trasladaron el conflicto a Washington, con el objetivo de influir sobre la decisión del organismo internacional.

    Por otra parte, la Cámara de Diputados de Entre Ríos piensa aprobar una ley que prohíba la exportación de rollizos de madera para evitar de esta manera que llegue materia prima a las papeleras.