su primera aparición pública tras la convención del radicalismo, que dejó al partido más cerca de una posible alianza con él, Roberto Lavagna admitió ayer que la reunión en Rosario significó un “avance” para su armado político con vistas a 2007, aunque se mantuvo en su postura de no hablar aún de candidaturas.
Además, denunció presiones del Gobierno a dirigentes K para que no asistieran al encuentro partidario y adelantó que no irá a la marcha de Juan Carlos Blumberg a Plaza de Mayo, aunque la apoya, para evitar que se politice. “Hay un grado de construcción de este espacio más avanzado de lo que estaba tiempo atrás. Se ha producido un avance tanto en sectores del justicialismo como con la reciente convención radical”, admitió el ex ministro durante una entrevista concedida al programa Desde el llano de la señal de cable TN.
ELOGIOS. El ex jefe de Palacio de Hacienda elogió la reunión de la convención radical, al considerar que “dio el ejemplo en términos de discusión democrática, sin grandes conflictos con quienes estuvieron presentes”. En este contexto, denunció presiones de la Casa Rosada para que los radicales K finalmente desistieran de ir a Rosario. “Son muy públicas las dificultades que hubo. ¿Presiones del Gobierno? Sí, claro. Es la verdad, creo que son públicas, no estoy diciendo nada que la gente no conozca”, precisó.