La Unión Cívica Radical se encamina esta semana a relanzar su política de alianzas de cara al 2007 a partir de la consagración del jujeño Gerardo Morales en la presidencia del partido, quien ya prepara el terreno para iniciar formalmente el diálogo con Roberto Lavagna. De hecho, quien se posiciona como el seguro sucesor de Roberto Iglesias se mostrará este martes en su territorio junto al ex ministro de Economía cuando, al inaugurar el Instituto de Políticas Públicas del opositor Frente Jujeño, ofrezcan una charla sobre “el fin de la emergencia económica y los superpoderes”.
Sin embargo, el arranque oficial de las conversaciones con Lavagna recién se dará luego de que, el viernes, el plenario de delegados del Comité Nacional defina al remplazante de Iglesias, quien dio un paso al costado de la titularidad del partido luego de virar desde su inicial posición L hacia los R.
Justamente lo que derivó en el cimbronazo radical producto de la sorpresiva renuncia de Iglesias fue el vacío de poder que le generó al mendocino el hecho de que quienes lo habían impulsado en la presidencia del partido intentaran por las suyas reencauzar el diálogo con el lavagnismo, algo que él mismo había dado por cerrado. Allí, entonces, se encontraron juntos el alfonsinismo y el sector de la Renovación (representado por el chaqueño Ángel Rozas; por el titular de la Convención, Adolfo Stubrin, y los jefes de bloque en el Congreso, Fernando Chironi y Ernesto Sanz) procurando reconstituir los contactos con el ex ministro.
En tanto, ahora, según lo constatado por Télam a partir del diálogo con fuentes de los diferentes sectores, ambas corrientes asegurarán el viernes la consagración de Morales como nuevo jefe partidario, cuando se reúna el centenar de delegados que conforma el plenario del Comité Nacional. En ese escenario, los R –quienes tienen como principal referente a la bonaerense Margarita Stolbizer, secretaria general del partido– buscarán dar pelea contra la designación de Morales por entender que, con el jujeño a la cabeza, el radicalismo se encamina inexorablemente a un acuerdo con el ex ministro que, por ende, comprenderá al duhaldismo, al que miran con urticaria.
Mientras tanto, los K –el sector que milita en pos de la concertación plural– serán nuevamente los grandes ausentes de la jornada, aunque esta vez con las expectativas puestas en que la nueva conducción partidaria abra las puertas a la libertad de acción en los distritos de cara a la pelea electoral del 2007