En la nueva ley de educación, que está a punto de ser sancionada en el Congreso Nacional, el Gobierno intenta abrir el debate de la interculturalidad al promover, entre otras iniciativas, la atención específica a la realidad cultural e histórica que alcanza a cientos de miles de indígenas que habitan el país. En este marco, la ley incluye una nueva modalidad, denominada educación intercultural bilingüe, (EIB) donde se estudia la relación de los pueblos originarios con la escuela y se incorpora la diversidad étnica y cultural a las políticas educativas del país.

        Históricamente postergados, pero en un avance continuo desde la reforma de la Constitución, los pueblos aborígenes tendrán ahora la oportunidad de discutir con los funcionarios nacionales políticas educativas, según desafió el propio ministro del área, Daniel Filmus, a las organizaciones indígenas. Filmus les propuso la creación de un organismo de consulta en el que estén representados todos los pueblos que habitan en el país.

COMPROMISO.

       “El ministro dijo a los representantes indígenas que él veía con muy buenos ojos la creación de un consejo educativo de los pueblos indígenas, para que participen como organismo de consulta y para formular políticas educativas”, dijo a Télam el titular del Programa de Educación intercultural de la cartera, Osvaldo Cipolloni. Por su parte, “ellos se comprometieron a participar, en un desafío que es muy grande”, agregó. El sector que maneja Cipolloni, que estuvo a punto de desaparecer en el 2001, comenzó como programa sin presupuesto en el 2004, manejó 4,5 millones de pesos en el 2005, siete millones este año y en el 2007 tendrá once millones de pesos. “Este es un reconocimiento al trabajo que hace el equipo”, sostuvo el funcionario.

        Cipolloni remarcó, además, el reconocimiento pleno a los derechos de los pueblos originarios que la Constitución argentina establece en su artículo 75, inciso 17. “No hablamos de educación en la diversidad en términos genéricos, sino que hablamos de educación en y para la diversidad.Nosotros ponemos en el centro de esta tarea a un actor principal: los pueblos indígenas y los derechos que conquistaron como movimiento en las últimas décadas”, afirmó Cipolloni durante la entrevista con Télam. El espíritu de la tarea del equipo que comanda es la incorporación y aporte de especialistas indígenas en diversas materias.

         Ellos coordinarán con sus pares provinciales políticas de consenso que apunten a revertir los altísimos índices de fracaso que se registran en las zonas con población originaria. En relación con la asistencia a clases de alumnos de pueblos originarios, “no se puede hablar de cifras absolutas porque el Estado carece de esa información, nunca antes se le prestó atención a los indígenas, así que los datos que tenemos son viejos y parciales”, indicó el funcionario. “Se estima una matrícula de unos 60.000 alumnos, los que asisten a 3.994 escuelas en todo el país”, detalló.

       En el año 1999, el Consejo Federal de Educación estableció mediante una resolución que Argentina es una país “multiétnico, pluricultural y multicultural”. Según Cipolloni, “hasta ahora, la temática indígena desde la educación a nivel nacional contemplaba sólo políticas compensatorias, como por ejemplo becas”. Ahora, según indica un documento del Estado a través de Educ.ar, “la educación intercultural promueve un diálogo de conocimientos y valores entre las sociedades étnica, cultural y lingüísticamente diferentes, a la vez que propicia el reconocimiento y respeto a esas diferencias”.