El presidente argentino Néstor Kirchner prometió ayer seguir defendiendo firmemente los intereses nacionales en el conflicto por las papeleras en Uruguay y calificó como intransigente a su colega Tabaré Vázquez. Kirchner también reclamó a los ambientalistas y vecinos de la ciudad de Gualeguaychú que levanten los cortes de las rutas fronterizas hacia Uruguay, porque perjudican la posición argentina en los tribunales de La Haya en el conflicto binacional, pero aclaró que no reprimirá a los manifestantes, advirtiendo que no va a “levantar la mano contra otros argentinos”.

        “Si hay alguno que piensa que hay que ir a reprimir a los hermanos de Gualeguaychú, que no sea cobarde y que lo escriba y lo diga.Yo les pido, por favor, que levanten los cortes, porque no le sirven a la estrategia argentina, pero no voy a reprimir”, sentenció. En un enfático discurso pronunciado en la Casa Rosada durante un acto de anuncio de obras para municipios de Mendoza, el jefe de Estado rechazó la interpretación periodística de que la decisión del Banco Mundial de conceder el préstamo de 170 millones de dólares a la papelera Botnia haya sido una derrota de su gobierno.

         “Los titulares de los diarios debieron haber dicho: ‘Ganaron los intereses de Botnia’. Esta es la realidad.Volvieron a ganar los intereses de los países centrales. ¿O el Banco Mundial va a venir a hacer solidaridad con los pueblos latinoamericanos? Ganaron los intereses de Botnia, que, con toda la presión, la capacidad y la fuerza que tiene, logró imponerse”, remarcó Kirchner.

UNA CAUSA NACIONAL.

       El primer mandatario ratificó que la lucha contra la instalación de las papeleras en la vera oriental del río Uruguay, frente a Gualeguaychú, es “una causa nacional” por el riesgo de contaminación ambiental y denunció que “los intereses internacionales decidieron que esta región debe hacer de basurero de cierta producción de industrias”. Kirchner sostuvo que “los intereses de Botnia son muy fuertes” y los comparó a los del Fondo Monetario Internacional o los que se enfrentaron en el caso de los hielos continentales, y calificó de lamentable que los diarios argentinos consideren que el otorgamiento del crédito del Banco Mundial se debe a un error en la estrategia de la Casa Rosada en la pelea.

        “¿Qué estrategia equivocada, si fuimos y le rogamos al intransigente presidente uruguayo que, por favor, discutamos de qué forma podíamos correr de allí a Botnia para que no contamine? Botnia dijo que no y, evidentemente, fue que no. Sin embargo, la respuesta de ENCE fue totalmente diferente”, subrayó el presidente, haciendo referencia a la relocalización anunciada por la papelera española.

       El jefe de Estado destacó que se buscaron “todos los caminos posibles” para que se respete el Estatuto del río Uruguay y prometió que seguirá “por más fuertes que sean los intereses de Botnia y los que estén atrás de esta situación”. “¿O alguno creía que los países centrales que están diciendo que las papeleras contaminan y no las quieren más en sus territorios iban a dictaminar a favor nuestro en el crédito?”.