El gobernador Felipe Solá aseguró ayer que Jorge Julio López, uno de los principales testigos del juicio que condenó a reclusión perpetua al represor Miguel Etchecolatz, “es el primer desaparecido desde los años del terrorismo de Estado”. “Más allá de los mejores pronósticos que podemos tener sobre su desaparición, debemos investigar y suponer también que haya sido secuestrado”, dijo Solá, con relación al hombre de 77 años que desde hace una semana permanece desaparecido.
Atribuyó el posible secuestro a su condición de testigo fundamental en el juicio contra el ex director de Investigaciones de la Policía Bonaerense, para así “intimidar a futuros testigos o impedir su participación en otros juicios” que se le siguen a represores de la dictadura.
Solá formuló declaraciones en la Casa de Gobierno provincial, en La Plata, luego de una reunión que mantuvo con gremios y representantes de organizaciones sociales y políticas, con quienes acordó difundir en forma masiva la imagen de López para ayudar a dar con su paradero. El gobernador envió, además, un mensaje “a la gente que por televisión ve que se busca el paradero de alguien” y les pidió que “cambien si piensan que puede ser un anciano que se perdió por alguna enfermedad”.
“Esto no tiene nada que ver con una desaparición cualquiera. Esta desaparición es clave y queremos que todo el pueblo argentino nos ayude en la búsqueda”, graficó. El Gobierno bonaerense admitió que se trabaja en la investigación de lo peor, tal como dijo el gobernador, con lo que se abonó la teoría de algunas organizaciones de derechos humanos que esta semana denunciaron que López fue secuestrado tras su declaración en el juicio.
“Lo peor es pensar que ha sido secuestrado, porque, a partir de eso, podemos esperar cualquier cosa. Si alguien se anima a secuestrar a una persona porque fue testigo luego de 30 años de un caso así, se puede esperar cualquier cosa de esa gente”, explicó el gobernador.