El Gobierno nacional busca anunciar un incremento en los haberes de jubilados y pensionados. A partir del mes de junio se espera que tengan la segunda suba de las cuatro alzas anuales que se establecieron en la ley de movilidad jubilatoria.

Algunas fuentes oficiales señalan que el aumento podría superar el 10% aunque no hay mayores detalles respecto del porcentaje final. En concreto, se apunta a ganarle a la inflación.

El número final incluso podría estar un par de escalones más arriba (cerca a 13%), según terminen de configurarse los últimos datos que se aguardan.

El componente de actualización surge de comparar dos índices salariales: por un lado la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (Ripte), que elabora el Ministerio de Trabajo y sirve para actualizar las escaladas del Impuesto a las Ganancias y del Monotributo.

Del Ripte ya se conocen los datos totales del primer trimestre, que arrojó una suba de 11,3% desde diciembre.

Por el otro lado, se sigue el Coeficiente de Variación Salarial (CVS), que difunde de manera mensual el Indec. El CVS acumuló en el primer trimestre una suba cercana al 8%. 

El otro componente clave para determinar cuál será el porcentaje de aumento está dado por la recaudación de la Seguridad Social. Los datos al tercer mes del año cuenta de un alza de 34,4% interanual en los ingresos por contribuciones patronales y del 32,2% en el mismo lapso de la recaudación por contribuciones personales (ambas por debajo de los precios que crecieron al 42,6% en ese tercer mes). En el primer trimestre, las contribuciones a la seguridad social recaudaron en torno al 28,3%.