La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner encabezó este martes la reunión del grupo Puebla que se llevó en el Centro Cultural Kirchner, donde señaló que no tiene miedo de ir presa debido a la condena que pesa en su contra en la llamada causa Vialidad por las obras en Santa Cruz.

“No solo por los políticos comprometidos con los intereses populares, sino para afrontar los dramas como el narcotráfico o cuando vengan a buscar recursos naturales. No me interesa si me van a condenar, si me van a meter presa, sino que volvamos a generar un orden constitucional, que las garantías no sean cartón pintado“, expresó mientras el público gritaba “Cristina Presidenta”.

Fernández fue la última de los oradores del encuentro, donde estuvieron varios líderes de izquierda de la región, entre ellos, Rafael Correa y José Pepe Mujica.

No quiero explicaciones de jurista. Esto del lawfare no se explica sin los medios de comunicación. Las sentencias se escriben en los medios de comunicación y un fiscal suscribe la acusación, así funciona”, comenzó su discurso la vicepresidenta.

Más adelante en su discurso, Fernández recordó la época de la última dictadura militar de 1976, donde aseguró que el objetivo del gobierno militar era destruir una cultura de acumulación de riquezas.

“Durante la Doctrina de Seguridad Nacional, las fuerzas armadas cumplieron en todas la región el rol de interrupción de los procesos que hoy se llaman populistas y que toda la vida fueron democráticos, populares y nacionales. Se quebró ese modelo y patrón de acumulación económico y cultural. Perdón que últimamente hable mucho sobre economía, pero todo tiene que ver con la economía”, enfatizó la vicepresidenta.

Cristina no perdió la oportunidad de pegarle a la oposición, principalmente al libertario Javier Milei, a Gerado Morales y la Unión Cívica Radical.

“Esos golpes, tal vez el más sangriento en Argentina y en Chile. Y casualmente es en Chile donde se instala el primer laboratorio del neoliberalismo en Argentina. Hay un nuevo político que quiere poner a la Argentina en la onda de Von Hayek. Fue un economista de la escuela de Chicago junto a Milton Friedman y se instaló ese laboratorio en Chile con la dictadura de Pinochet”, observó sobre Milei.

Sobre Morales, sostuvo: “El otro día alguien que lanzaba su candidatura a presidente del partido de la oposición que parece que hubiera salido de los cráteres de Marte descubiertos últimamente, porque hablan mandando a la casa a unos y a otras, formaba parte de ese gobierno que se quedó sin gobierno cuando su propio vicepresidente denunció que habían sobornado a los senadores de la oposición, a los peronistas de ese momento, para sancionar la ley de flexibilidad laboral“.

Ya finalizando su discurso, cuestionó duramente al gobierno de Mauricio Macri, principalmente su manejo de la economía y de la destrucción del salario de los trabajadores.

Los salarios no estaban rezagados. Si no que eran en dólares los más altos de América Latina. Si no había deuda, si había reservas, ¿qué hicieron en cuatro años, que entregaron el país hecho percha en 2019?”, enfatizó Cristina.