Un total de 16 civiles afganos y dos soldados estadounidenses murieron ayer en el atentado suicida más grave ocurrido en Kabul desde la caída del régimen talibán, a finales de 2001, según informó el Ministerio afgano de Interior. El suceso fue causado por un potente coche-bomba que destrozó un vehículo militar cuando un convoy de la coalición liderada por EEUU pasaba cerca de la Embajada estadounidense, en pleno centro de Kabul. La deflagración esparció restos humanos y chatarra por toda la zona, según testigos presenciales.

    Se trata del atentado más grave ocurrido en la capital afgana tras la caída del régimen talibán, en noviembre de 2001, que se produce, además, a unos pocos días de que se cumpla el quinto aniversario de los atentados del 11-S en Nueva York y Washington, que desencadenaron la invasión estadounidense de Afganistán. El sargento Chris Miller, portavoz de la coalición militar liderada por EEUU, dijo que, además de los dos soldados que murieron en el ataque, otros dos militares estadounidenses resultaron heridos.

    Ali Shah Parktyawal, director del departamento criminal del Ministerio de Interior, afirmó que “la última cifra de víctimas que he recogido de tres hospitales de Kabul es de 16 afganos inocentes muertos y de 29 heridos”, a los que se suman los dos soldados estadounidenses que han perdido la vida en la explosión. Yousuf Stanikzai, portavoz del Ministerio de Interior, señaló que ocho afganos murieron y 15 resultaron heridos.