El emisario de la ONU para Líbano, Terje Roed Larsen, advirtió ayer contra el peligro de violar la tregua entre Israel y Hezbolá, al tiempo que afirmó que existe una ocasión histórica para que Líbano recupere su soberanía con el envío del Ejército al sur del país. En una rueda de prensa en Beirut, Larsen aseguró que hablará con los dirigentes israelíes de las violaciones de la soberanía libanesa, ya que constituyen “una amenaza a la tregua” que entró en vigor el pasado día 14.

    Aludía a la operación militar realizada el sábado por un comando israelí en la Beká, en el este libanés, y que fue considerada por Beirut una violación del cese de hostilidades. Larsen calificó de “decisión histórica” el despliegue el Ejército libanés en el Sur por primera vez en cuatro décadas, y dijo que “demuestra la voluntad del Gobierno de extender su autoridad en todo el territorio”. “Esto es importante para llegar a una solución basada en la unidad nacional”, agregó el emisario de la ONU, y señaló que había que solucionar los problemas políticos en suspenso para evitar “poner en peligro la tregua”.

    Indicó que el objetivo de su visita de dos días en Líbano, donde dijo que mantuvo contactos con todos los líderes libaneses, incluido Hezbolá, “es reforzar el Gobierno libanés para que pueda controlar todo el territorio nacional”. Larsen se entrevistó en Beirut con el primer ministro, Fuad Siniora, el jefe del Parlamento Nabih Berri, y los ministros de Asuntos Exteriores y Defensa, Fauzi Saluj y Elias Murr, respectivamente, entre otros responsables locales. Señaló que las informaciones que obtuvo del Gobierno libanés son “alentadoras”.