El presidente de Bolivia, Evo Morales, aseguró ayer que a la II Cumbre Sudamericana asistirá 90 por ciento de los mandatarios invitados y será un éxito, a pesar de la crisis política y la oleada de protestas e incidentes violentos que padece su país. Morales reiteró, en una rueda de prensa, que todos sus colegas, salvo el de Colombia, Álvaro Uribe, han confirmado su asistencia a la cita en Cochabamba, pero admitió que en algunos países hay problemas internos y compromisos “de último momento”.

        “Estoy convencido de que 90 por ciento o más va a estar acá”, agregó, y anunció que tendrá reuniones bilaterales con todos los mandatarios. En Buenos Aires, el martes, se anunció oficialmente que el presidente argentino, Néstor Kirchner, no viajará a Cochabamba, pero la cancillería boliviana ha dicho que Morales intentará convencerlo para que venga. Morales precisó que se entrevistará, en particular, con los presidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva; Chile Michelle Bachelet; Uruguay, Tabaré Vázquez; Paraguay, Nicanor Duarte, y Perú, Alan García.

         Explicó que estuvo reunido hasta la madrugada de ayer con sus ministros de Exteriores, David Choquehuanca; Presidencia, Juan Ramón Quintana; Defensa,Walker San Miguel, y Gobierno, Alicia Muñoz, para asegurar el éxito de la cumbre. CRISIS. La reunión se llevará a cabo en momentos de tensión por la confrontación de Morales con la oposición por el control de la Asamblea Constituyente, en la que su partido, el Movimiento al Socialismo (MAS), pretende aprobar la nueva Carta Magna por mayoría, en lugar de los dos tercios que exige la legalidad vigente.

       El enfrentamiento derivó en una huelga de hambre de más de mil personas, incluidos gobernadores, constituyentes, parlamentarios, dirigentes cívicos regionales, líderes empresariales y alcaldes, entre otros, y además ha provocado varios incidentes violentos en los últimos días. Los opositores pretenden llevar sus quejas a los presidentes sudamericanos que vendrán a la cumbre y ampliar el ayuno en Cochabamba.

       Parlamentarios de oposición, encabezados por los de la alianza conservadora Poder Democrático y Social (Podemos), instalaron el miércoles, por su cuenta, una sesión legislativa en La Paz, que aprobó una declaración que pide a los mandatarios que exhorten a Morales a cumplir “la Constitución y la Ley de Convocatoria de la Asamblea Constituyente”.

       Ayer, cocaleros de la zona de Yungas de Vandiola realizaron una marcha por el centro de la ciudad de Cochabamba para pedir a la Cumbre Social que tome en cuenta el tema de la coca, previo a la Cumbre de la Comunidad Sudamericana. Los productores de Vandiola, zona aledaña al Chapare, protestan porque el gobierno de Evo Morales ha erradicado cocales en esa región, donde se considera ilegal cultivar la planta que, en Bolivia, además de tener usos culturales y medicinales, también es desviada al narcotráfico.