Las autoridades locales pusieron en marcha un fuerte dispositivo y evacuaron a más de 660.000 personas, pero, como en los anteriores tifones que pasaron por China este verano, no lograron evitar que se produjeran víctimas. La provincia más afectada por el Prapiroon (dios de la lluvia, en tailandés) es Cantón, con 51 fallecidos, la mayoría a consecuencia de los corrimientos de tierra ocasionados por las inundaciones, aunque nueve personas murieron en un tornado causado por los fuertes vientos.
Se calcula que el tifón, sexto que llega a las costas chinas en lo que va de año y convertido en tormenta tropical, ha dejado en Cantón pérdidas de 675 millones de dólares.