“El fútbol siempre te da revancha”, reza una vieja frase del deporte más popular del país. Y por vieja no deja de ser cierta, ya que la situación de Ricardo Dillon no hace más que reafirmarla. A principios de febrero, El Cogote era destituido como técnico de Luján de Cuyo cuando sólo habían pasado dos fechas del Clausura.

    Pero ayer, poco después de un mes, Dillon recaló en otro club mendocino. A partir de hoy, el ex DT del Violeta será el nuevo entrenador de Gimnasia y Esgrima, otro equipo muy necesitado y comprometido con el descenso. Ayer, luego de ser presentado, El Cogote habló con la prensa.

    ¿Cómo viste el ambiente en el club? El ambiente está como en todo equipo cuando las cosas no van bien. Pero hay que hacer borrón y cuenta nueva. A mí me tocó vivir lo que vivió este plantel hace un tiempo atrás y hoy el destino quiere que esté acá. Tengo mucha fe, creo en los jugadores que tiene Gimnasia.

    Son seis finales las que quedan y se puede salir adelante. Va a ser difícil para mí, porque tengo que enfrentar a Luján el sábado, que no es cosa fácil, porque tengo amigos y una buena relación con los dirigentes, pero, lamentablemente, el trabajo es así. Para mí hubiera sido más cómodo quedarme este mes y medio que queda en mi casa, porque trabajo iba a tener, ya habían hablado de Puerto Madryn y de otros clubes, pero hubo algo que me incitó a agarrar esto.

    Soy un tipo creyente y creo que lo voy a sacar adelante. Conozco a todos los jugadores y una de las razones por las que dije que sí es porque hay muy buen plantel. Son capaces y sólo hay que darles confianza.

    ¿Por cuánto tiempo es este proyecto? Creo que si los resultados se dan y Gimnasia salva la categoría, seguramente se hablará de un contrato a largo plazo. Hoy, la realidad nos agobia y tenemos que hablar de estos seis partidos y la posibilidad de salvarnos del descenso.