El kirchnerismo profundizó ayer la advertencia de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner sobre protestas “provocadas para poner de mal humor a la sociedad” y denunció un presunto plan “destituyente” de la oposición, lo que el duhaldismo y la Coalición Cívica salieron a rechazar, mientras que el radicalismo pidió informes al Gobierno. Un día después de que la presidenta considerara que las últimas protestas callejeras son provocadas con fines políticos, el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, habló de un “clima de inestabilidad”, y los diputados José María Díaz Bancalari y Edgardo Depetri avanzaron directamente en denuncias sobre un presunto plan destituyente a partir de diciembre.
    “La gran batalla será a partir del 10 de diciembre”, dijo Díaz Bancalari tras señalar que “en el Partido Justicialista y en el bloque de diputados vamos a necesitar a (Néstor) Kirchner, por su experiencia y liderazgo, para ayudar al Gobierno a seguir trabajando los próximos dos años”. Enseguida agregó: “No somos tontos y advertimos una intención de profundizar, a partir de diciembre, esta actitud de desgastar y agraviar al Gobierno en forma egoísta y mezquina”. Por la mañana, Scioli abonó la teoría de la presidenta sobre protestas “provocadas” para generar crispación social.
    “En medio de todo esto, hay muchos que quieren distraer la atención y tratar de generar un clima de inestabilidad e incertidumbre para tapar otras cuestiones que están bien encaminadas”, aseguró Scioli. Horas antes de reunir al Consejo Nacional del PJ para volver a entronizar a Kirchner como presidentE partidario, Scioli apeló a la “responsabilidad de todos los sectores para ayudar a mejorar la convivencia democrática”. También Depetri apuntó contra el titular de la Sociedad Rural, Hugo Biolcati; el ex presidente Eduardo Duhalde; la diputada electa de la CC Elisa Carrió, el líder de la opositora CGT Azul y Blanca, Luis Barrionuevo, y los multimedios, a los que acusó de “poder real destituyente”. El diputado y jefe del piquetero Frente Transversal afirmó que esos sectores “van a intentar que el gobierno de Cristina Kirchner caiga deslegitimado, reeditando un escenario que ya vivió Argentina en diciembre del 2001”.
    El lunes, la presidenta advirtió sobre los peligros de que una escalada de conflictos sociales termine por provocar una crisis política y social similar a la del 2001. Durante un acto en la Casa Rosada, la jefa del Estado señaló: “A veces hay situaciones provocadas y otras reales, y ambas deben ser contempladas, pero hay varios matices y diferencias”. Sin hacer ninguna mención específica de nombres, la mandataria señaló que “todos los argentinos y argentinas que abrazaron alguna vez la causa política tienen el derecho absolutamente legítimo de aspirar a ser presidente o conducir al país”.
    “Pero debemos acostumbrarnos a que en Argentina, porque hemos tenido experiencias feas, la forma de llegar a ser presidente es votando cada cuatro años y no a través de crear situaciones muchas veces amplificadas por intereses que ellos creen que se han visto vulnerados y crear así una situación que no existe en la sociedad”, enfatizó. En respuesta a la denuncia oficialista, el referente del duhaldista Movimiento Productivo Argentino (MPA), Carlos Brown, dijo que responsabilizar a Duhalde como promotor de protestas sociales es “manifiestamente equivocado e incorrecto”. Brown repudió que la Casa Rosada, “cuando siente problemas, busca echarle la culpa a alguien”, y destacó que “si hay alguien comprometido con la democracia, de toda la vida, es Duhalde”.
    Desde la Coalición Cívica-ARI, el diputado Fernando Iglesias rechazó que su partido y su líder tengan intención destituyente, mientras que alertó sobre “movimientos extraños de gente aliada a los Kirchner, que crean un clima preocupante para la paz social”. Por su parte, el titular de la UCR y senador nacional, Gerardo Morales, presentó ayer un pedido de informes para que el Poder Ejecutivo detalle esa presunta campaña golpista en Argentina y, en réplica, sugirió que el que desestabiliza es el propio oficialismo, por lo que le pidió “aflojar con la incitación a la violencia”.