La Cámara Empresaria de Comercio, Industria, Turismo y Servicio de la Ciudad (Cecitys) comunicó que a partir de marzo los locales comerciales del centro de Ciudad volverán al horario corrido, un sistema de atención que es avalado por la mayoría de los propietarios y empleados de los negocios.

Si bien la vuelta al horario corrido depende del dueño del local y del acuerdo que establezca con los trabajadores, la mayoría de las personas consultadas se muestra a favor de atender durante la siesta.

Sobre una encuesta que realizó el Instituto de Desarrollo Comercial (IDC), que depende del Ministerio de Economía, en los locales del centro de la Ciudad se determinó que el 82% de los encuestados está a favor del horario corrido.

El estudio de campo se realizó en la zona de calles Vicente Zapata, Colón, España, Godoy Cruz, Córdoba y San Juan. Y se entrevistó a 650 comercios entre el 27 de octubre y el 4 de noviembre del 2020.

Y del total de encuestas realizadas a “dueños” de establecimientos comerciales, se constató que el 69,5% (164) optó por la opción de horario corrido. Y con respecto a los “empleados” de esos comercios, el 83% (317) dijo preferir trabajar de 10 a 19.

Más del 80% de los empleados de comercio prefiere el horario corrido, sin lugar a dudas”, confirmó Fernando Ligorria, secretario general del Centro de Empleados de Comercio a El Sol.

Los beneficios son múltiples. Pero los que más destacaron los comerciantes fue que “al salir, no es de noche y podés llegar a tener algo de vida”, contó Agustina Scandura, quien trabaja hace mucho en una tienda de ropa deportiva de calle San Martín.

“Yo estudio y la verdad es que salir de acá aún con algo de luz y poder llegar a cursar es genial”, agregó la empleada.

En la recorrida por los negocios de calle Rivadavia la mayoría de los empleados destacaron el hecho que se ahorran mucho tiempo y dinero en transporte de esta manera.

“Con el horario cortado era salir corriendo llegar a comer algo si es que no vivías muy lejos, sino ni te convenía irte y volver. Te mataba el día”, sintetizó Charly, quien trabaja en una empresa de impresiones y cartelería.

“Además el tema de volver a arrancar dos veces la tarea. Se pierde mucha productividad. En cambio así es mucho mejor. El rendimiento es diferente”, explicó Griselda, que trabaja en una casa de ropa para niños.

Tanto los comerciantes como los clientes que realizaban compras este lunes remarcaban que es un tema de costumbre y que está muy vinculado a la edad de la gente.

“Por lo general la gente mayor prefiere el horario cortado por la costumbre de la siesta. Pero el público de menos de 35 o 40 está encantado con tener todo abierto a la siesta”, consideró Andrea, mientras atendía a una madre que compraba calzado para su bebé.

De una larga fila de clientes que esperaban ser atendidos en la puerta de una ferretería todos comentaron que preferían el horario corrido. “La verdad es que me da igual, pero el horario corrido y más ahora que viene el frío es mejor. Podés salir con luz solar y ya cuando se guarda el sol te metés en casa”, relató Ana con su carrito de las compras en mano.

“Es mil veces mejor el horario corrido. Yo trabajo como administrativa acá en el centro y poder salir a comprar con todo abierto cuando termino de trabajar es lo más”, acotó una madre mientras miraba ropa de bebé en calle 9 de julio.

“Es mejor el horario corrido, la siesta ya fue”, expresó un varón de unos 40 años que pasaba por la peatonal en su bicicleta.

Todo comenzó con la pandemia

A raíz de la pandemia de coronavirus muchas de las costumbres tan arraigadas se vieron modificadas. Entre ellas la atención en los comercios locales. 

Para disminuir la concentración de personas en un mismo momento y lugar es que se decidió que los locales de la provincia implementaran el horario corrido para que así la afluencia de público tuviera un rango más amplio para ir de compras y se pudieran respetar los protocolos sanitarios.

Pero con la llegada del verano los comerciantes decidieron volver al tradicional esquema de horario cortado. “En verano con el calor y el sol en la siesta era imposible que alguien salga a hacer compras”, explicó Daniel, dueño de una óptica.

Horarios de ingreso escalonado

La propuesta de la vuelta al horario corrido responde al inicio de las clases presenciales y al uso masivo del transporte público de pasajeros. Aún estamos atravesando una pandemia porque lo que tratar de evitar que las personas se trasladen de manera masiva en grupos es esencial.

El horario de ingreso de los niños a las escuelas está previsto para las 8. La administración pública comienza a atender desde las 9 y así, la idea es que los locales comerciales abran desde las 10. De esta manera, con un ingreso escalonado, se disminuye la cantidad de personas en un mismo horario para hacer uso del transporte. 

“Una de las razones más fuertes y valederas que nuestros empleados manifiestan del horario corrido es que al no tener que tomar 4 micros al día la probabilidad de contagio se disminuye”, explicó el titular del CEC.

“Corremos mucho menos riesgo de contagio si nos tomamos solo 2 micros al día que si tengo que estar compartiendo un micro lleno de gente 4 veces por día. Es como que así, además, ayudás a que la situación general de la pandemia mejore”, dijo Andrea de la casa InCrescendo.

De los negocios consultados por El Sol fueron muy pocos los que manifestaron estar a favor del horario cortado. Fernando Galli, dueño de una casa de fotografía explicó que: “nosotros, mi empleado y yo preferimos horario cortado para ir a almorzar y tirarnos un ratito”.

La decisión de ellos “es más que nada por costumbre, por el descanso. Además a la tarde acá no viene nadie. Nosotros cerramos a las 19.30 y caen a las 19. El mendocino está acostumbrado a salir a última hora de la tarde”, agregó el dueño del local de fotografía ubicado sobre calle San Martín.

Más allá de la decisión de cada comerciante, “desde el CEC queremos que esto sea beneficioso para todos los empleados de comercio. Nosotros estamos a favor del horario corrido porque más del 80% de nuestros afiliados nos manifiesta que lo prefiere”, afirmó Ligorria.

Dentro de las principales razones argumentan que así pueden pasar más tiempo de calidad con su familias, pueden hacer actividades recreativas y los que están estudiando alcanzan a cursar y a tener una vida además de trabajar.