El fiscal especial, Eduardo Martearena, se hará cargo de la investigación por la violación seguida de muerte de Micaela Reina (12), ocurrida el 17 de mayo del 2007 en un piletón de una bodega abandonada de Guaymallén.
La causa recayó sobre este magistrado, debido a que él se encontraba de turno cuando ocurrió el suceso. Fuentes judiciales explicaron que Martearena había solicitado la causa al cuestionado fiscal que de Guaymallén que la instruyó, Alejandro Iturbide, quien no se la quiso enviar.
Martearena deberá comenzar la pesquisa y centrará su tarea en quien fue el principal sospechoso, Apolo Jacob Díaz, que fue desvinculado días atrás cuando empezó el debate en su contra, debido a groseros errores judiciales cometidos por Iturbide. Díaz tenía una prueba letal en su contra –que fue declarada nula porque Iturbide no notificó debidamente a las partes–, que era el exámen de ADN que se cotejó con su sangre y manchas de semen halladas en la bombacha de la víctima. El resultado fue contundente: 99,9 por ciento perteneciente a los genes de el indigente.
Tampoco se descarta que el fiscal especial investigue a otras personas, entre ellas Osvaldo Duarte, quien era la ex pareja de la madre de Micaela, Marta Reina. Esto porque los útiles de la víctima fueron hallados a 200 metros de su casa en El Algarrobal y el ex fiscal nunca lo investigó.
Por el caso están siendo juzgados actualmente Alejandro y Walter Prádenas (padre y tío de la pequeña), acusados del delito de privación ilegal de la libertad en concurso real con abandono de persona seguido de muerte. Ambos arriesgan la pena de 21 años de prisión.