Hoy es un día clave en el Congreso de la Nación. No se define ninguna ley, pero es una jornada importante porque los laboratorios que proveen de vacunas al país se presentarán para exponer cómo ha sido su proceso de negociación con el Gobierno nacional. No es poco. Es la primera vez en pandemia que sucede esto y sólo fue posible porque las cosas no se hicieron bien. Y, de hecho, Argentina debe ser el primer país en el que las firmas proveedoras tienen que asistir a una cámara legislativa para explicar por qué, en algunos casos, el acuerdo se frustró.

Es una oportunidad en más de un sentido. En principio, para aclarar la cantidad de versiones que han habido y han ensuciado la campaña de vacunación, ojo, por errores propios como también por la agresiva contienda entre oficialistas y opositores. Aunque es cierto que cada relación contractual con las firmas está atada a cláusulas de confidencialidad solicitadas precisamente por los laboratorios, será propicio para generar la transparencia necesaria.

Ahí, entonces, es clave que la política no la embarre, sino que sea responsable y pueda preguntar con pertinencia y sin especulación. En el medio, están los ciudadanos que sólo buscan inmunizarse. El precio que hemos pagado hasta acá ha sido carísimo. Tanto en vidas humanas como en pérdidas económicas. Por eso, hay que garantizar y cuidar esta comparencia. No todo puede estar atado a la campaña, electoral ya sea para un lado como para el otro.