Este planeta es muy mugriento. Cómo no va a ser mugriento si tiene tierra por todos lados. Pero también somos mugrientos sus inquilinos. Como sigamos maltratándolo, el planeta azul va a pasar a ser el planeta castaño oscuro. ¿Se acuerda de los ambientes sórdidos de la película Blade runner? Qué triste sería que nuestros descendientes llegaran a vivir en un mundo así. Hay que proteger los espacios rojos, dijo un daltónico. Sin embargo, como señaló Fito: “¿Quién dijo que todo está perdido?”. Los pibes nos están dando el ejemplo.
Están mucho más consustanciados con el tema, saben mucho más que nosotros, estudian, presentan proyectos y se ocupan. Tal vez porque a ellos les queda futuro por delante y no quieren que sea un futuro mugriento. Mientras los gobiernos de las grandes potencias todavía se resisten a disminuir el índice de contaminación que hace pelota mares, destruye bosques, aniquila animales, los pibes nos dan una lección de amor a la vida, a la naturaleza. Cantan una canción que suena muy bien y tiene que ver con todos. La esperanza está esperanzada. Si los que vienen se preocupan por lo que ha de venir, la cosa no está tan mal. Si hasta uno llega a preguntarse cuándo será el día que tengamos un gobierno de pibes.