El Gobierno de EEUU reiteró ayer que el presidente George W. Bush no engaña a los estadounidenses sobre el nivel de violencia en Irak, mientras que el ex presidente Jimmy Carter calificó esa guerra como un “terrible error”. También uno de los altos cargos de la Casa Blanca, el consejero presidencial Dan Bartlett, subrayó que Bush mantiene su completa confianza” en el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, durante una comparecencia ante la cadena de televisión ABC.

    Tanto Carter como ex altos cargos de la administración han recomendando la retirada de Rumsfeld, a quien responsabilizan de cometer notables fallos en Irak, país en el que, a diario, ocurren atentados y otros actos de violencia, a pesar del despliegue militar de EEUU y del Gobierno iraquí.

    Bartlett, que también defendió la estrategia de Bush en el país árabe, señaló que proponer la renuncia del jefe del Pentágono no significa que se le deba dar cumplimiento. Bartlett explicó esto en relación con los esfuerzos del ex jefe de Gabinete de la Casa Blanca Andrew Card para que se sustituyera a Rumsfeld, revelados en un nuevo libro del periodista Bob Woodward, del diario The Washington Post, sobre el manejo por parte de Bush de la guerra en Irak.

    Bartlett rechazó que el presidente Bush no diga la verdad a los estadounidenses sobre el nivel de violencia contra las tropas de EEUU en el conflicto iraquí, donde han muerto casi 3.000 militares norteamericanos desde la invasión en marzo del 2003. El presunto engaño de parte del gobernante sobre el alcance de la violencia contra las tropas estadounidenses, figura como uno de los cargos principales expuestos en el libro de Woodward: State of denial, que se publicará hoy.

    De modo paralelo, en una entrevista concedida a la cadena CBS, el periodista aseguró que la violencia en Irak es mucho mayor de la que admite la Casa Blanca, y pronostica un panorama aún peor para el 2007. Para el ex presidente estadounidense Jimmy Carter (1977-1981), la guerra en Irak ha sido “un terrible error”, según dijo en una entrevista con ABC, en la que también pidió la renuncia de Rumsfeld.