Sandra y Marianella llegaron a este mundo de una manera diferente. Es que con sólo treinta semanas de gestación, muy bajo peso y una insuficiencia respiratoria severa, salvaron sus vidas gracias a un operativo de rescate montado por la policía, que trasladó a las dos niñas y a su mamá desde El Forzudo, en Lavalle, hasta el Hospital Lagomaggiore, donde lograron ser compensadas. María Flores, la joven mamá de 24 años, vive en un puesto alejado y de difícil acceso en la zona del secano, a unos tres kilómetros de El Encón, en el límite con San Juan. A las 8.30 de ayer comenzó con trabajo de parto, a pesar de que, según sus cálculos, estaba de sólo seis meses. Fue entonces cuando, con la ayuda de su suegra, dio a luz a la primera gemela, quien pesó 1,1 kilogramos.

    Pero la descompensación de la mujer fue tal que uno de los familiares caminó más de tres kilómetros hasta lograr dar aviso a la Base Cóndor para que la policía enviara ayuda sanitaria para la mujer, quien estaba en grave estado de salud. A partir del alerta pasaron sólo 17 minutos para que una de las naves recientemente compradas por la policía se convirtiera en un vehículo sanitario y partiera hasta el paraje lavallino.

    Cuando llegaron al lugar indicado pidieron colaboración a un puestero, quien los ayudó a encontrar la vivienda de los Flores.Mientras, la vida de María y la de la niña que aún permanecía en el útero materno corrían serios riesgos. Al encontrarla, la subieron al helicóptero y emprendieron el regreso. Mientras, a bordo, una enfermera sanitaria intentaba compensar a la primera bebé, nacida con muy bajo peso, prematura y, por lo tanto, con una insuficiencia respiratoria grave. Mientras volaban hacia la ciudad, en la rotonda del Lagomaggiore se montó un operativo de seguridad que permitiría dejar descender la nave y trasladar rápidamente a la madre y a su hija.

    Apenas ingresó en la sala de partos se comprobó que había otra niña en el útero de la madre, pero como estaba en una postura poco conveniente y con falta de oxígeno, debió practicarse una cesárea de urgencia. De esa manera llegó la segunda de las gemelas, quien pesó 1,26 kilos.

    Para la doctora María Furnari, jefa de guardia del Lagomaggiore y quien recibió a la mamá de las niñas, fue un verdadero milagro, teniendo en cuenta que las pequeñas son prematuras y que una de ellas permaneció en el útero sin líquido y con poco oxígeno más de siete horas. Sin embargo, la especialista sostuvo que tanto la madre como las dos pequeñas (una está en el Lagomaggiore y la otra fue trasladada al Notti por necesitar cuidados intensivos) quedarán internadas hasta tanto sus vidas no corran riesgos.