Los incidentes durante la despedida a Diego Maradona en Casa Rosada despertaron un cruce entre la Nación y Ciudad de Buenos Aires por la seguridad, ante el descontrol que se generó en las últimas horas, en las que parte de la multitud cruzó las rejas para entrar al velatorio. 

Poco después de las 12, cuando ya había certeza de que las cuatro horas que quedaban por delante serían insuficientes para garantizar el desfile de semejante multitud, comenzaron a intensificarse los llamados entre funcionarios de la Nación y de la Ciudad, según detalló Clarín.

Los primeros incidentes grandes aparecieron cuando se cortó la fila interminable con un vallado en la 9 de julio, ya que la familia quería finalizar la ceremonia a las 16, según remarcaron fuentes oficiales.

Desde el miércoles a la noche se discutió la idea de organizar una caravana con el féretro, para que la multitud que quedara afuera pudiera saludar al ídolo desde un costado de la calle. “Se le decía a la familia que no había un helicóptero para llevar el cajón y por eso sí o sí hay que hacer una caravana. Con Alfonsín, por ejemplo, fue así”, agregaron las fuentes.

Lo que no se previó fue que el desborde llegara hasta adentro de la propia Casa Rosada, con gente trepando las rejas libremente y moviéndose por el patio de las Palmeras como si fuera el patio de su casa.

Le exigimos a @horaciorlarreta y @diegosantilli que frenen ya esta locura que lleva adelante la Policía de la Ciudad. Este homenaje popular no puede terminar en represión y corridas a quienes vienen a despedir a Maradona.

— Wado de Pedro 🇦🇷 (@wadodecorrido) November 26, 2020

Por su parte, el ministro de Interior, Eduardo de Pedro, culpó al gobierno porteño de lo ocurrido. “Le exigimos a Horacio Larreta y Diego Santilli que frenen ya esta locura que lleva adelante la Policía de la Ciudad”, escribió en Twitter.