Una oficinista de 40 años se zambulló en la Fontana de Trevi de Roma y nadó, desnuda, en esta obra maestra del Renacimiento frente a una multitud de turistas. Según consignó DPA, citando al Corriere della Sera, “Roberta comentó que decidió desnudarse y bañarse en la famosa fuente porque sentía mucho calor debido a las temperaturas de hasta 29 grados que se están registrando”. “El agua pertenece a todos y hacía calor.
Qué hay de malo”, afirmó quien no dio su apellido y cuyas fotos fueron publicadas el lunes en los principales diarios de Italia. Mientras era detenida por la policía, Roberta fue aplaudida por cientos de curiosos equipados, en su mayoría, con cámaras. La fuente apareció en La dolce vita, clásico del cine de 1960 y en el que la diva Anita Ekberg se daba un chapuzón usando un escueto vestido negro. Pero nadar en la fuente está prohibido y Roberta, oriunda de la localidad de Milán, ahora enfrenta una multa considerable por indecencia pública.