Estudiantes de La Plata se consagró campeón del torneo Apertura al vencer en el partido desempate a Boca Juniors por 2 a 1, demostrando superioridad ante el Xeneize, sobre todo, en el complemento. El encuentro final se disputó en el estadio de Vélez Sarfield, ante 30.000 espectadores. El Pincharrata accedieron a un título en el fútbol argentino después de 23 años y vencieron a Boca después de diez enfrentamientos.
Estudiantes ganó el partido con autoridad luego de un primer tiempo que el Xeneize manejó y terminó ganando con un gol de un referente de la historia Pincha como Martín Palermo. Así se puso en marcha el partido, con ese tanto del Titán a los tres minutos, cuando aprovechó una desincronización de la última línea albirroja para vencer con un derechazo a Mariano Andújar. El desarrollo siguió favoreciendo a los Xeneizes hasta el final de la etapa, más allá de que algunos arrestos ofensivos de los platenses acercaron relativo peligro hacia el arco de Aldo Bobadilla.
Pero, sobre los 20’, Boca dispuso, otra vez en los pies de Palermo, de una situación mano a mano con Andújar que podría haber elevado a dos tantos la diferencia y sacudir el ánimo de la gente de Estudiantes. El delantero falló en la definición y el Pincha siguió apostando al juego corto, con el equipo girando, como siempre, alrededor de Juan Sebastián Verón, buscando quebrar a la línea de cuatro que dispuso el finalmente renunciante entrenador Ricardo La Volpe. Y esa búsqueda casi tiene su premio sobre el epílogo de la etapa inicial, cuando Mariano Pavone estrelló un remate en el poste izquierdo.
Apenas tres minutos antes se fueron expulsados, por agresión mutua, Pablo Ledesma y Pablo Álvarez, antiguos compañeros en las inferiores de Boca. Esto desequilibró a los de La Volpe para el segundo período, lo que le permitió a Estudiantes pasar a dominar el sector medio con comodidad. Ya sin Barros Schelotto desde los 10’, remplazado por José María Calvo, Boca perdió no solamente el control futbolístico, sino también psicológico del partido. Solamente le faltaba a los dirigidos por Diego Simeone estar finos en la definición para alcanzar un empate que se olfateaba desde el arranque.
Y, antes de los 20’, Boca volvió a cometer una falta cerca de su área, lo que terminó resultándole fatal por la buena pegada del Principito José Sosa, quien clavó la pelota en el ángulo derecho. Luego de diez minutos de paridad, Estudiantes retomó las riendas del juego y fue en busca de la victoria ante un Boca partido táctica y anímicamente. Hasta que, a los 35’, un pelotazo largo más repitió una constante de toda la calurosa tarde de Liniers, cuando volvió a fallar el pibe Matías Cahais, se quedó Daniel Díaz y el Tanque Pavone, después de anticipar con la “canilla” derecha a Bobadilla, terminó definiendo de cabeza ante el esfuerzo estéril de Claudio Morel Rodríguez.
Quedaban diez minutos, pero ya estaba instalada la sensación generalizada en ambas tribunas de que la historia no iba a modificarse. Y eso fue lo que ocurrió. Cuando Sergio Pezzotta dio el pitazo final de este torneo Apertura, toda la emoción viajó a La Plata por cuarta vez en la historia de Estudiantes. Y la alegría fue toda para los Albirrojos, que se desahogaron y gritaron ¡Pincha campeón!