River, entonces dirigido por El Bambino Héctor Veira, logró el título más importante de su historia al superar al conjunto rumano con un gol del uruguayo Antonio Alzamendi, quien supo capitalizar muy bien una avivada de Norberto Alonso, quien ejecutó con rapidez e inteligencia un tiro libre. En 1986, el River del Bambino se convirtió en un campeón hegemónico que empezó ganando el torneo de verano, luego siguió con el campeonato local (dio la vuelta olímpica cinco fechas antes del final), posteriormente, alzó la ansiada Copa Libertadores de América (también por primera vez) y, finalmente, la mencionada Intercontinental en Japón.
Aquel River era un equipo muy equilibrado, con una defensa que integraban Jorge Gordillo, el uruguayo Nelson Gutiérrez, Oscar Ruggeri y Alejandro Montenegro. En el mediocampo estaba Enrique, Américo Gallego, Roque Alfaro y la calidad del Beto Alonso. En la delantera, Alzamendi y el recordado puntano Juan Gilberto Funes. “El River del 86 era un equipo fantástico. Me produce una gran alegría recordarlo”, señaló Alonso, una de las máximas figuras que tuvo ese equipo inolvidable.