Ahora nos encontramos con una nueva guerra en Oriente Medio, que enluta al mundo. Asistimos azorados a un espectáculo de horror y de muerte. Las
víctimas del enfrentamiento son poblaciones civiles. Hemos sostenido y sostenemos: toda guerra es mala y retrotrae hacia actitudes de barbarie. Los organismos internacionales, las áreas encargadas de las relaciones diplomáticas deben agudizar su accionar a fin de encontrar acuerdos que contemplen los intereses de cada uno, en tanto que se compatibilicen en pro de la paz, valor humano que no admite violaciones.
En virtud de los principios enunciados, queremos elevar nuestra voz a fin de solicitar un inmediato cese del fuego y un inicio de las acciones necesarias, con la colaboración de los organismos internacionales, para acercar posiciones y restablecer la concordia entre esos pueblos hermanos.