La marcha partirá hacia el santuario de Once, después de una misa en la Catedral y de un acto convocado para las 18 en Plaza de Mayo, adonde se espera que confluyan la mayor parte de los familiares y sobrevivientes. “Aún sin respuesta, y preocupados por los sobreseimientos de funcionarios vinculados a la causa y la violencia y la discriminación que aún hay en las discotecas, decidimos marchar de espaldas a los funcionarios”, dijo Jorge Díaz, padre de un joven fallecido en el 2004 durante el incendio del boliche de Once.
De esta manera, los familiares nucleados en distintos grupos caminarán “al revés que el año pasado”, desde la Plaza de Mayo hasta el santuario de Bartolomé Mitre y Jean Jaurés, en el barrio porteño de Once, con el objetivo de “darles la espalda a los funcionarios del Gobierno nacional”, informaron los organizadores. Allí esperarán hasta las 23.45 –hora en que se inició el incendio del boliche, hace dos años– para homenajear a las víctimas de la tragedia con un aplauso y la lectura de un documento.