El expresidente de la Cámara de la Construcción, Carlos Wagner, dio detalles acerca de los cuadernos de las coimas y entre ellos mencionó la empresa del mendocino José Cartellone.

El constructor nombró entre muchas empresas del sector involucradas en el reparto de obra pública durante los gobiernos K a las constructoras José Cartellone y Agro Vial.

Días atrás estas dos firmas fueron adjudicatarias de la construcción de autopistas y rutas bajo la modalidad de Participación Pública Privada (PPP). Sin embargo, desde el Gobierno afirmaron que “por ahora no hay motivos legales para retirarles las adjudicaciones”.

José Cartellone Construcciones Civiles, presentó una oferta de 801 millones de dólares y se quedó con el llamado Corredor C. Ese corredor de tres segmentos con un total de 778,39 kilómetros, va desde el empalme de la ruta nacional 7 con el Acceso Oeste en Luján, hasta el límite entre las provincias de Córdoba y Mendoza.

La empresa fue fundada en Mendoza y este 2018 cumple 100 años. En su web tiene un apartado donde describe los valores que rigen su actividad: 

“Desde siempre, la compañía ha acuñado valores presentes en cada uno de los actos de quienes la integran. Estos valores están inspirados en los principios éticos, el tesón y la capacidad de lucha propios de la cultura de la empresa desde sus etapas fundacionales, que hoy se complementan con un estilo de gestión profesional. Ética Honestidad Austeridad Seriedad Integridad Cumplimiento de los compromisos Identificación con la tarea y con la empresa Compromiso con la generación de resultados Profesionalismo Calidad en la gestión

El relato

El empresario relató uno de los casos más brutales de corrupción que hoy está en la mira de todo el país.

“Todos sabían que yo era el amigo de Julio De Vido. En 2004, el arquitecto me citó en su despacho y me dijo que por orden del presidente (Néstor Kirchner) debía garantizar en forma personal el éxito acorde a los intereses del gobierno en las licitaciones públicas que se llamaron a partir de ese momento, fundamentalmente en el rubro vial, que tiene mayores montos y más significativos. Porque la obra pública -me dijo-, iba a ser uno de los métodos de recaudación de dinero para los gastos políticos”. 

Según dijo Wagner, uno de los lugares de reunión era en el tercer piso de Venezuela 736 donde funcionaba la Cámara de Empresas Viales- Además de las dos empresas anteriores,  el constructor mencionó a Perales Aguiar, Biancalani, Losi, Fontana Micastro, Marcalba, Iecsa, Chediack, Equimac, Coarco y Vialco. “Me comprometo a aportar el nombre de más empresas a medida que las vaya recordando”, agregó.

“Las empresas se reunían en los lugares establecidos y determinaban el ganador de la licitación en función de su interés por la obra y del volumen de trabajo que tenían. Una vez adjudicada la obra, el compromiso era abonar para gastos políticos, para necesidades políticas, el anticipo que estaba establecido en los pliegos”, aclaró.

Wagner dijo que el “porcentaje del anticipo financiero era entre el 10 y 20 por ciento del total de la obra: “Deducidos los impuestos, el compromiso era entregar la totalidad restante del anticipo financiero a modo de retorno”.

Luego llegó el momento de la metodología de pago. Al igual que todos los arrepentidos, el expresidente de la Cámara de la Construcción dijo que los montos de dinero eran entregados a alguno de los recaudadores. “Roberto Baratta disponía quién iba a recaudar; lo mismo el ingeniero [ José] López . Ambos disponían qué persona pasaba a retirar el dinero y por dónde. Eso se mantuvo en el tiempo, siempre fue así”, relató al fiscal.