El juez de Garantías David Mancinelli dejó efectiva la prisión preventiva para los ocho rugbiers imputados por el crimen de Fernando Báez Sosa, cometido el 18 de enero en Villa Gesell. Además el magistrado los imputó por “homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas”, y sumó el agravante de “alevosía”.

Esta calificación enfrenta a los rugbiers a una eventual condena a prisión perpetua, en caso de ser hallados culpables en un juicio oral.

De esta manera Mancinelli avaló el pedido de prisión preventiva para ocho de los acusados, como solicitó este último lunes la fiscal Verónica Zamboni con un escrito de 250 páginas que detallaba la gran cantidad de pruebas del caso.

Los imputados son Máximo Thomsen (20) y Ciro Pertossi (19), acusados de ser “coautores” del crimen; y Blas Cinalli (18), Luciano (18) y Lucas Pertossi (20), Enzo Comelli (19), Matías Benicelli (20), y Ayrton Viollaz (20), considerados por la fiscal como “participes necesarios”. Todos seguirán alojados en el penal de Dolores, a la espera del juicio oral en su contra. 

La querella a cargo de los abogados Fernando Burlando y Fabián Améndola había que a la acusación fiscal por homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o mas personas se sumen “alevosía” y “homicidio por placer”. Pero el juez sólo aceptó incluir el primer agravante.

En tanto, el magistrado denegó el pedido de la defensa de los rugbiers, a cargo del abogado Hugo Tomei, quien había solicitado el arresto domiciliario, con monitoreo electrónico.

Uno de los argumentos de la defensa fue que estarían más seguros en sus casas que en un penal por la “presión mediática” que hay sobre el caso.