La presidenta Cristina Fernández advirtió ayer sobre los peligros de que una escalada de conflictos sociales termine por provocar una situación similar a la del 2001 y ratificó que el gobierno no saldrá a reprimir porque defiende el derecho a “manifestarse en la calle” aunque, señaló, “sin vulnerar los derechos de los demás”. Durante un acto en la Casa Rosada y ante las miradas del jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, y del gobernador bonaerense, Daniel Scioli, la mandataria afirmó: “Creo en el orden pero no es bueno si lo logramos a palos”. “A veces hay situaciones provocadas y otras reales, y ambas deben ser contempladas pero hay matices y diferencias, porque a partir de que se comienzan a hacer anuncios desde el Gobierno que tiene que ver con viejas demandas, comienzan a desarrollarse hechos puntuales casi como para poner de mal humor a la sociedad”, señaló.
Luego de remarcar que “se están produciendo hechos que llaman la atención”, Cristina Fernández dijo que “hay que hacer un esfuerzo para separar la paja del trigo y mirar las cosas con claridad”. Ayer, la policía reprimió en Plaza de Mayo una manifestación convocada para rechazar un desalojo, y golpeó y detuvo a 40 personas. La policía detuvo a 40 personas cuando 8 manifestantes intentaron desnudarse en Plaza de Mayo, en el marco de una protesta para rechazar el desalojo de un edificio que ocupan organizaciones sociales en Federico Lacroze 4181, barrio porteño de Colegiales.