“Cuando me acusan de tener la suma del poder público, en realidad me tratan como si yo fuera Gildo Insfrán y a Mendoza como si fuera Formosa. Lo que no dicen es que gané las elecciones y que llevamos adelante todas las reformas con el apoyo de los mendocinos. A nadie le puse un revólver en la cabeza para que se fuera, renunciara o dejara su cargo”. La cita es de Alfredo Cornejo y fue mencionada algunos minutos después de que el juez y ministro de la Corte Omar Palermo cargara duramente contra el diputado nacional y ex gobernador en declaraciones al noticiero de Canal 9, el viernes en la noche. Los dichos de Palermo resultaron ser los primeros del magistrado en mucho tiempo y, sin dudas, los primeros públicos y ante un medio de comunicación en tono político.

El oficialismo le endilga al juez y presidente de la Sala 2 de la Suprema Corte de Justicia mendocina la avanzada en contra de la designación de Teresa Day, de quien, se sostiene, no cumplió con los requisitos constitucionales para el cargo. Pero no sólo lo acusa y apunta al juez de tal movida. El radicalismo en el poder le endilga a Palermo ser el mentor y, además, líder de una corriente de tono garantista/abolicionista en la Justicia mendocina; una tendencia que se fue consolidando durante la administración del segundo kirchnerismo en la Nación y, con su cuota, parte en la provincia en la época que fue gobernada por el peronista Francisco Pérez. Palermo es, además, miembro y cofundador de Justicia Legítima, una organización de la que se siente no sólo orgulloso de integrar, sino que, además, desde ahí le permite contrastar críticamente la mirada que tiene la Asociación de Magistrados de la administración de la justicia en general desde todo punto de vista, desde lo técnico, interpretativo y hasta político de la cuestión de justicia. Y, desde la semana pasada, el nombre de Palermo está inscripto a nivel nacional en todos los análisis político-judiciales a nivel medios luego de que fuera convocado por el presidente Alberto Fernández para conformar esa comisión de expertos que le acercarán sugerencias e ideas de cómo modificar la Justicia federal; además, claro está, de discutir una posible ampliación de la Corte Suprema de Justicia, aspecto fuertemente criticado por la oposición de Juntos por el Cambio.

Palermo no se guardó nada en contra de Cornejo en sus declaraciones a Canal 9 y El Sol, publicadas entre viernes y sábado. También sumó en sus dichos al gobernador Rodolfo Suarez, de quien lamentó, dijo, que haya llevado la discusión que él considera puramente institucional y constitucional sobre el caso de Day, a niveles políticos y de la denominada grieta.

“No soy abolicionista”, ha remarcado el ministro de la Corte. Sin embargo, Cornejo intenta demostrar lo contrario cada vez que puede, y conducir a Palermo y al ala filoperonista de la Corte hacia una idea y forma de ver e interpretar la justicia que la sociedad mendocina, entiende Cornejo, viene rechazando hace tiempo. “Son sacapresos”, machacan de manera directa en el oficialismo.

Cornejo toma un caso para explicar con más claridad lo que quiere decir. Se trata de las idas y vueltas que tuvieron en la Justicia las condenas de quienes mataron a Micaela Tati, una chica de 13 años que caminaba por la plaza del barrio La Gloria en Godoy Cruz junto a su tío, el 10 de marzo del 2012. Micaela cayó herida fatalmente de bala luego de que los disparos que habían sido dirigidos a su tío le impactaran en su cuerpo. Dos años después del hecho, su asesino fue condenado a 26 años de prisión, pero, dos años más tarde y tras una apelación que llegó a la Corte, la Sala 2, que preside Palermo, bajó la condena a 8 años. Tras una serie de discusiones y variados recursos que se interpusieron, finalmente, en octubre del 2019, la Corte nacional, con la firma de los cinco jueces que la conforman, ordenó un nuevo juicio. Y todo terminó en los primeros días de julio de este año cuando la flamante nueva integrante del tribunal, Teresa Day, acompañada por las juezas civiles Alejandra Orbelli y Marina Isuani, recompuso la condena original al matador de Micaela.

“Esa es la diferencia entre quienes están del lado de la gente y de la Justicia y de quienes benefician a los delincuentes. Por eso atacan a Teresa Day”, masculló Cornejo luego de escuchar y de leer las críticas que le dirigió Palermo.