El senador, titular del bloque del Frente para la Victoria en la Cámara Alta, aseguró que el núcleo central de la Ley de Comunicación Audiovisual es impedir la “construcción monopólica” y dejó claro que esto no quiere decir que desaparezcan canales “sino que ningún medio tenga un control dominante en el mercado”.

En declaraciones a radio Mitre, Pichetto dijo también que va a haber un “abordaje serio” de la ley en el Senado, que “tomará un tiempo estimado de tres semanas”.

“Vamos a analizar la ley y trabjarla en forma permanente, de lunes a viernes, durante tres semanas, un plazo suficientemente amplio como para poder tener una conclusión y que las comisiones puedan llegar a un dictamen”, consignó el senador.

En este sentido, dejó claro que la votación en el Senado “no será de una semana para otra”, sino que va a haber un “abordaje en serio”, que incluirá la convocatoria a “sectores, empresas y entidades periodísticas”.

Respecto al contenido de la ley, Pichetto señaló que “si un medio tiene un canal de aire y uno de cable, tendrá que optar” porque el núcleo central de la ley es que “no se puede tener un control dominante en el mercado”.

“Hay una empresa, una estructura empresaria, que tiene un control dominante en el escenario de la comunicación audiovisual en la Argentina, que va más allá de la calidad o no de sus contenidos”, dijo Pichetto.

Dijo que en este caso, la ley obliga a “ceder o transferir” estas empresas y recordó que “tienen un año para hacerlo”.

El senador citó los casos de Petrobrás, con Trasener, y el de Brahma con Quilmes, tras la determinación de la Comisión de Competencia de Argentina.

Pichetto dejó claro que esta situación de monopolio se refiere al concepto de “empresa”, pero que nada tiene que ver con “el ejercicio de la libertad de expresión”, para el caso de las empresas de medios de comunicación.

Dijo también que quien ingrese al mercado de medios y tenga otra actividad económica tiene que tener en cuenta que debe haber “administraciones separadas”.

Finalmente, al ser consultado sobre el papel político del vicepresidente Julio Cobos, el senador oficialista dijo que “es una excepcionalidad muy fuerte en la vida de la Argentina”, porque su posición es “dual y compleja” al querer ocupar un rol de “oficialismo y oposición”, y “muy dificil de sostener en el tiempo”.

Asimismo, se refirió a las declaraciones formuladas ayer por el jefe de gobierno porteño Mauricio Macri, que calificó de “fascista al gobierno”.

Según dijo, “es una aseveración muy ligera”, sobre todo viniendo de un gobierno porteño que “tiene componentes fuertemente autoritarios en la toma de decisiones”, y “una descalificación injusta, que no ayuda ni sirve a la construcción de un espacio de dialogo político”.