Godoy Cruz cayó anoche, por goleada, ante Arsenal de Sarandí en el estadio Julio Humberto Grondona, por la decimasexta fecha del Torneo Inicial y sigue sin dar señales de vida. La derrota ante los del Viaducto dejó en la cuerda floja al entrenador Omar Asad, quien al término del encuentro prefirió no hablar con la prensa (ver aparte). El Tomba tuvo un arranque de partido para el olvido, como todos los que viene teniendo de visitante. Arsenal se lo llevó por delante y lo tuvo contra las cuerdas en los minutos iniciales. Y, con semejante asedio del rival, poco duró el cero en el arco bodeguero. A los 5 minutos, un centro pasado de Carbonero cruzó toda la defensa y encontró a Lugüercio en el área, quien cabeceó al arco. Torrico tapó defectuosamente, y el rebote le quedó a Zelaya, que entró solo por el segundo palo para marcar el primero.

      Así, el Tomba lo perdía casi desde el vestuario. Pese al gol, Arsenal no aflojó y continuó atacándolo por todos lados, el Expreso hacía agua en la defensa y el segundo tanto estaba al caer. Lo tuvo Zelaya a los 14 minutos, pero, esta vez, Torrico tapó el disparo y la mandó al córner. Recién después de la media hora de juego se despertó Godoy Cruz y pudo salir del área. Entonces se puso el traje de protagonista y así comenzó a tener algunas chances. La más clara fue de tiro libre en los pies de Curbelo. Pero Campestrini tapó el violento remate del Pato. En el complemento, ambos mataron literalmente el partido. Con muchas imprecisiones, los dos equipos se dedicaron a dormir el encuentro en la mitad de la cancha y si hubo algún dominante, fue Arsenal. Sin juego, sin corazón y sin oficio, el Tomba volvió a ser un equipo mediocre.

    En un partido en el que ninguno se animó, el conjunto de Alfaro, aún con jugadores resentidos desde lo físico, fue siempre superior al Bodeguero. Encima se fueron expulsados los dos zagueros, Sánchez y Curbelo. Así, el Tomba entregó el partido. De hecho, en la jugada siguiente, Caffa estiró la ventaja y, más tarde, Zelaya marcó el 3 a 0. La historia ya estaba liquidada. El Expreso no tiene identidad, no hace sentir su peso y necesita un cambio urgente. Los jugadores no responden a la idea de Omar Asad y su salida parece ser inminente.