El caso que trata la desaparición, tortura y asesinato de Angela Gullo, Giovanni Pegoraro y su hija Susana, entre 1976 y 1977, había sido suspendido en 2005 luego de que se considerase que el represor no podía ser sometido a proceso por padecer “demencia”.

El pasado 4 de marzo el juez del Tribunal de Roma Marco Mancinetti recibió la pericia médica que certificaba que Massera está en “plenas facultades” para afrontar un proceso por la muerte de los italianos Angela Aietta Gullo, Giovanni Pegorato y su hija Susana.

Massera “debe ser considerada una persona con plenas facultades para ser juzgado, a pesar de los intentos de manipulación más o menos conscientes, con exagerados síntomas psíquicos ficticios”, según el estudio médico.

El sumario sobre Massera, que fue apartado del proceso principal por la muerte y desaparición de los italianos, quedó suspendido en 2005, después de que un anterior informe pericial médico determinara que el acusado padecía demencia.

Anteriormente habían sido condenados en rebeldía a cadena perpetua los ex oficiales argentinos Jorge Eduardo Acosta, Alfredo Ignacio Astiz, Jorge Raúl Vildoza y Antonio Vañek por la muerte de Angela Aietta Gullo, Giovanni Pegorato y su hija Susana, además del secuestro de la hija de ésta, nacida en prisión.

El Tribunal Supremo italiano confirmó el pasado 26 de febrero la condena a cadena perpetua de Astiz, ex oficial de la Marina argentina y el único que había presentado recurso.