Un dicho popular dice que es importante “Desayunar como un rey, almorzar como un príncipe y cenar como un mendigo”, y es que tal como señalan los espertos en nutrición, el iniciar la jornada diaria con un desayuno saludable, rico y nutritivo, se traducirá a lo largo del día, en la principal fuente de energía para llevarlo adelante.

Saliendo del típico café matinal, es posible transformar esta primera ingesta del día, y darle toda una ‘vuelta de rosca’ para hacer del desayuno, una comida atractiva al paladar. Cereales, frutas y fibras, son las piezas claves para sumar mientras que los productos ultraprocesados como pastelería, sería mejor dejarlos a un lado en estas horas matinales. 

¿Cuáles son los mejores alimentos para incorporar al desayuno?

Como señalamos, la primera comida del día, ha comenzado a cambiar en los últimos tiempos producto tal vez, de la búsqueda por hábitos más saludables y ‘fit. En este sentido, las opciones más tradicionales en el desayuno, con alto contenido en azúcares y grasas, están dejando paso a elecciones más saludables, donde la fibra, la fruta fresca y el pan integral no faltan.

Veamos algunos consejos para desayunar mejor y comenzar bien la jornada.

Fibras

Es fundamental añadir al desayuno fibras, ya sea en frutas frescas o en un poco de frutos secos y de ser posible, sustituir el pan blanco por integral. 

Frutas

Los expertos en nutrición afirman que es más recomendable completar el desayuno con una fruta de temporada que con un jugo, ya que parte de sus propiedades se pierden cuando la fruta se toma licuada o exprimida.

En este sentido, La guía ‘El plato para comer saludable’, de la Universidad de Harvard, aconseja limitar el jugo de fruta a un máximo de un vasito al día. ¿La razón? Los azúcares presentes en el jugo de fruta, aunque sea recién exprimido, se consideran azúcares libres, sospechosos habituales de estar implicados en numerosas patologías crónicas. 

Los que hay que evitar

La regla general,tanto en el desayuno como en el resto de comidas diarias, es priorizar los alimentos con mejor perfil nutricional, evitando los carbohidratos refinados presentes en la pastelería y en los cereales del desayuno azucarados y las grasas trans. Por este motivo, no hay que acostumbrarse a comer a diario manteca o margarina, sino, en todo caso, consumirlas ocasionalmente, sabiendo que ambas tienen un alto contenido en grasas

Cereales sí…¡pero cuidado con sus azúcares!

Es importante tener en cuenta que algunos cereales del desayuno tienen entre un 20 y un 30 % de azúcar, por lo que sobrepasan las recomendaciones internacionales  sobre los límites en el consumo de azúcar (25 g diarios); de ahí que no todos sean la mejor opción alimentaria de consumo diario, especialmente en el caso de los más azucarados. Los copos de avena son, en este sentido, una buena alternativa al cereal refinado azucarado. Se pueden preparar en forma de granola, admitiendo numerosas variantes dulces o saladas. 

Como se verá, un buen desayuno no tiene que ser aburrido sino todo lo contrario. Permitirse innovar buscando numerosas combinaciones al gusto de cada persona es importante para esta primera comida del día, siempre y cuando se tenga presente algo fundamental como es que los alimentos que se elijan sean lo más saludables posible.