El cáncer cutáneo está causado por la exposición a las radiaciones ultravioleta (UV), ya sea procedentes del sol o de fuentes artificiales como las camas bronceadoras. A nivel mundial se diagnosticaron 200 mil casos de melanoma maligno y se produjeron 65 mil defunciones relacionados con este tipo de cáncer.

Además, 18 millones de personas en el mundo han quedado ciegas a causa de las cataratas; y en números redondos el 5% de la carga de morbilidad relacionada con las cataratas se puede atribuir directamente a la exposición a las radiaciones ultravioleta.  

¿Qué sucede cuándo tomamos sol en primavera?

Si bien por estos días, el sol primaveral está un tanto ausente de Mendoza, es una realidad que llegada la “Estación de las flores”, son muchas las personas que aprovechan la calidez de los días para comenzar con las rutinas de bronceado, sobre todo, aprovechando de los días soleados que nos permiten realizar actividades al aire libre. Pero en estas primeras jornadas de buen tiempo cometemos un error: no nos protegemos de los rayos solares. Creemos que aún no hacen daño, pero la realidad es que son igual de peligrosos que en verano.

Aunque en primavera no hagamos una exposición tan directa como en la época de verano, hay que utilizar cremas hidratantes con factor de protección en el día a día.

Es por esto que resulta de gran importancia la correcta utilización de medidas protectoras, ya que pueden evitar el hecho de padecer estas graves enfermedades.

¿Cuáles son las recomendaciones?

• Limitar el tiempo que se pasa bajo el sol de mediodía.

• Preferir la sombra.

• Usar prendas protectoras, como un sombrero de ala ancha para proteger los ojos, el rostro y el cuello.

• Usar gafas de sol cerradas a los lados que den una protección de 99% a 100% contra las radiaciones ultravioleta A y B.

• En las zonas de la piel que no estén cubiertas por la ropa, untar abundantemente y renovar con frecuencia un filtro solar de amplio espectro con un factor de protección solar (FPS) de 30+. La mejor protección se logra resguardándose a la sombra y vistiendo ropa protectora en vez de aplicar filtros solares. Estos no deben usarse con la idea de prolongar el tiempo que se pasa al sol, y las personas que se untan filtro solar para broncearse deben ser conscientes de la necesidad de limitar el tiempo que se exponen al sol.

Los días de calor primaveral, son ideales para iniciar actividades al aire libre. Es por ello, que se deben extremar las medidas de precaución frente a alas radiaciones solares.

• Evitar las camas bronceadoras: el uso de estos aparatos antes de los 35 años de edad se acompaña de un aumento de 75% del riesgo de melanoma maligno. Las camas y las lámparas bronceadoras no deberían usarse a menos que sea bajo supervisión médica. La OMS recomienda prohibir su uso en los menores de 18 años.

 Proteger a los bebés y los niños pequeños: siempre se debe mantener a los niños a la sombra.

Estimular a los niños para que tomen las precauciones sencillas descritas anteriormente evitará lesiones a corto y a largo plazo sin impedir que disfruten el tiempo que pasan a la intemperie. Los mayores deben procurar que los niños estén debidamente protegidos.

Si bien la protección contra la exposición excesiva a las radiaciones ultravioleta es la preocupación principal desde el punto de vista de la salud, estas radiaciones, en pequeña cantidad, son esenciales para la buena salud porque intervienen en la producción de la vitamina D por el organismo.

El índice ultravioleta (IUV) solar mundial es el patrón internacional para medir las radiaciones ultravioleta; fue elaborado por la OMS, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y la Organización Meteorológica Mundial. Tiene la finalidad de indicar la posibilidad de que se produzcan efectos nocivos sobre la salud y estimular a las personas a protegerse. Cuanto más alto es el valor del IUV, mayores son las posibilidades de que la piel y los ojos resulten lesionados y menor es el tiempo necesario para que se produzca la lesión. A partir de un UVI de 3 hay que aplicar medidas protectoras contra la luz solar.

Gafas y protector solar, ¡dos imprescindibles para cuidarte del sol esta primavera!

Por último recordá que aunque el sol mejora de nuestro estado de ánimo y ayuda a sintetizar la vitamina D, con un poco es suficiente para lograr estos beneficios. No hace falta ponerse como un “cangrejo”. “Una exposición excesiva provoca quemaduras, envejecimiento prematuro de la piel y estamos abonando el terreno para un futuro cáncer de piel”, señalan los especialistas de la piel. 

Es importante no esperar a que llegue el verano y los calores agobiantes para recordar el daño que el sol puede provocar en caso de no tomar las precauciones adecuadas.