Hay un lugar de América Latina donde la tormentosa actividad eléctrica es prácticamente constante. Algo que es absolutamente anormal. Los rayos y relámpagos persisten en esta zona del globo casi continuamente, lo que hace que este fenómeno atmosférico cause tanto miedo como fascinación.

Dicho lugar tormentoso está ubicado en las inmediaciones del lago de Maracaibo, en Venezuela, en una vasta zona pantanosa ubicada al sur y oeste de dicho lago, por donde fluye el río Catatumbo.

Los antiguos nativos de esta zona, los Wari, identifican este fenómeno como una concentración de millones de luciérnagas que se reúnen todas las noches para rendir tributo a los padres de la creación.

De acuerdo con el sitio especializado Meteored, esta actividad eléctrica inusual parece ser causada por dos aspectos:

1- El efecto de la orografía local, encargada de canalizar y transportar el aire húmedo del mar a la zona en cuestión, llegando al lago de Maracaibo impulsado por los vientos alisios.

2- Se especula que es causada por el papel que juega el metano que prolifera en los pantanos donde ocurren estas tormentas.

Todo esto da como resultado una luz que ilumina la noche en una amplia región que se puede observar desde varios cientos de kilómetros de distancia.