La cera de los oídos es una secreción corporal que resulta algo desagradable y que se tiende a extraer. Sin embargo, lo que muchos no saben es que esta sustancia tiene su función y es beneficiosa para la salud.

Se trata de una secreción constituida por células muertas, entre otras sustancias. Es generada por unas glándulas situadas en el conducto auditivo externo y después, el cerumen llega lentamente, mediante el canal auditivo hasta la parte exterior del oído.

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¿Las funciones del cerumen?

Los especialistas aseguran que actúa como protección frente a la suciedad y el polvo que pueda entrar en el oído, de forma que la cera protege el tímpano frente a factores externos. Además, mantiene el oído protegido e impregnado para combatir posibles infecciones que podrían dañar el canal auditivo.

Estas son razones suficientes como para pensarlo dos veces antes de usar el hisopo. Esto puede crear tapones de cera y causar infecciones, por lo que la mejor opción será dejar que los propios oídos se autolimpien. Aunque hay que estar atentos si la cera sale del oído de forma líquida y es de un color verde o grisáceo ya que es un indicativo de infección. En estos casos, lo mejor es consultar a un especialista.