El transporte público sigue generándole problemas al gobierno de Julio Cobos. La crisis económica explotó esta vez en el servicio de media y larga distancia provincial, donde la mayoría de las empresas le debe el aumento salarial a los choferes y hay amenaza de paro para la semana que viene. Hasta ayer, las firmas en mora con sus conductores eran 6 de las 9 que cubren los recorridos del interior de la provincia.

    El conflicto se estaba agudizando, ya que, si los empresarios no pagan la deuda de aquí al lunes, el gremio de los choferes (Sipemom) tomará medidas, entre las que no se descarta una huelga. Según explicó el secretario general del Sipemom, Rodolfo Calcagni, los choferes de las empresas Expreso Uspallata, Línea 380, Iselín, Pérez, Buttini y La Unión no han recibido aún el pago completo del aumento que se acordó en octubre (el sueldo inicial se fijó en 1.650 pesos, pero de esa suma les deben entre 200 y 500 pesos).

    La presión de los choferes se trasladó a la Casa de Gobierno, ya que los dueños de las empresas de transporte atribuyen el conflicto con los choferes a la caída de los subsidios que manda la Nación para sostener el servicio de micros, derrumbe que sería de unos 6 millones de pesos respecto de los fondos que recibió la Provincia en el 2005. Ayer, Autam y el Ministerio de Obras Públicas trataban de acordar una reunión para buscar soluciones.

APURO. Los choferes están apurados por lograr una solución salarial, ya que, si no consiguen que les paguen los 1.650 pesos de sueldo este mes, pocas perspectivas tendrán de que les computen en diciembre la suba para el pago del aguinaldo. Calcagni reconoció la deuda del subsidio nacional. Sin embargo, remarcó que “ese es un problema entre los empresarios y el Gobierno”.

    En tanto, el Ejecutivo también admitió ayer que la situación financiera de estas empresas es complicada, ya que este año han recibido 12% menos de dinero por la caída de los subsidios nacionales al transporte. En contraste, los empresarios afrontaron dos subas salariales (febrero y octubre). A este panorama se suma que las líneas de media y larga distancia no recibirán ayuda del Gobierno provincial hasta que arranque la denominada Fase II del nuevo sistema de transporte, es decir, cuando el Ejecutivo renueve todas las concesiones.

   Este proceso arrancó en el 2006 con las líneas cordilleranas, pero se cumplirá en su totalidad recién el año que viene. En cambio, el Gobierno provincial mantiene el servicio urbano con un subsidio de 35 millones de pesos y ha aumentado los beneficios para estas líneas, como la suba de 8% en el precio del kilómetro recorrido (de 2,60 a 2,80 pesos) que otorgó en octubre.