En tiempos complicados (crisis económicas, inseguridad, pandemia) qué mejor que terminar el año con una imagen que enternece.

En los últimos tiempos se han detectado variedades de aves que antes no habitaban en la zona metropolitana. Ya no es raro ver en el barrio águilas, chimangos y teros. Precisamente, detectamos una parejita de estos últimos descansando en la sombra de la playa de un supermercado godoicruceño. La convivencia es posible porque nadie los molestaba.