El Gobierno nacional está perdiendo capacidad para leer la temperatura social. Es eso o que algunos de sus representantes quedan entrampados en sus propias declaraciones y exponen el lado más débil del oficialismo. La comunicación es la clave de cualquier estrategia política. De hecho, Mauricio Macri ha hecho un culto de eso y se cuida al detalle en materia discursiva. La idea es evitar errores o furcios que luego cuesten caros electoralmente. Sin embargo, hay respuestas que parecen dadas bajo estado de emoción violenta, como si fueran impulsos, sin la cautela que debe existir cuando se trata de temas complejos y sensibles. Primero fue la cúpula del Ministerio de Seguridad, que no permitió siquiera la hipótesis de un caso de gatillo fácil en el hecho de un manifestante mapuche muerto de un balazo por la espalda. Y ahora fue un diputado del oficialismo con la frase “Los jubilados van a perder plata, no poder adquisitivo”. Una reflexión poco feliz si se tiene en cuenta que se trata de un sector vulnerado históricamente.