La causa por la muerte de Marcos Cardozo comenzó a transitar en las últimas horas un camino sinuoso y no se sabe, ahora, qué sucederá con el acusado de arrojar al chico de 13 años al canal San Martín el 19 de agosto. Resulta que uno de los dos testigos presenciales y de identidad protegida, considerado clave para capturar a Duilio Eusebio Campos (24), alias Pañalín, el 11 de este mes, se desdijo de su testimonio inicial y denunció penalmente al fiscal que lidera el expediente, Fernando Giunta, y a varios policias de investigaciones por haber sido obligado a presentarse a para declarar contra el imputado.
La denuncia fue presentada hace pocos días en la fiscalía especial a cargo de Eduardo Martearena, quien ya comenzó, según informaron desde Tribunales, con las testimoniales de auxiliares de la fiscalía de Maipú-Luján para que contaran si esto fue realmente como sostiene el testigo reservado, pero las empleadas judiciales lo negaron. Además, las fuentes señalaron que mañana Martearena tomaría otras medidas, como llevarse el expediente del caso.
Todo lo que ahora asegura el testigo -se reserva su identidad- quedó registrado en un DVD?que acompaña la presentación.
En la filmación a la que accedió El Sol, de unos 15 minutos, se ve al testigo sentado afirmando que él fue detenido en agosto en Tunuyán por un robo a una peluquería de Luján y que allí conoció al fiscal Fernando Giunta.
Resumiendo, explica que, días después de ser liberado, el 9 de noviembre, dos efectivos de investigaciones lo fueron a buscar a la casa de su suegro y que lo llevaron hacia el sector donde fue arrojado Cardozo, para finalmente recaer en una Oficina Fiscal lujanina. Siembre según el video que investiga Martearena, el testigo sostiene que los dos efectivos -a los que señala en una foto- le prometieron limpiar su prontuario si acusaba al Pañalín y que tenían “trabajos” (robos) para que él cometiera para ellos y así recibir una parte del botín.
Una de las acusaciones más graves las realizó contra el fiscal Giunta, a quien denuncia en la filmación de hacerle firmar una declaración que él no había realizado sobre los hechos del caso Cardozo. “Tengo miedo por mí y mi familia y es por eso que hago esto. Quiero que esto se termine, con estas personas no se juega”, señala.la causa. Después de la desaparición de Cardozo, el fiscal Giunta comenzó a buscar testigos del hecho, ya que sospechaba que había sido arrojado intencionalmente al canal lujanino. Cuando apareció el cuerpo, 35 días después, dos testigos se presentaron en la fiscalía interviniente para relatar con lujo de detalle lo que habían visto el 19 de agosto a la mañana en el Acceso Sur, a metros de Azcuénaga.
Ambos coincidieron en afirmar que la víctima estaba discutiendo con un pibe de la misma edad -tiene 14 años y también fue detenido pero es inimputable- y que apareció el Pañalín (a quien conocían de la zona) y le propinó un golpe en la cabeza a Cardozo. El puñetazo fue tan violento que el chico se desmayó. Luego agregaron que el acusado lo tomó y, junto al menor de 14 años, lo arrojó al canal. Esta versión fue clave para detener a los sospechosos.
Sin embargo, cuando Giunta tenía el expediente preparado para solicitar la prisión preventiva contra el Pañalín, apareció el video y la denuncia de uno de los testigos protegidos, quien sostuvo que había sido apretado por el fiscal y los policías para relatar una situación que él no había presenciado.
Fuentes cercanas al fiscal del caso sostuvieron que de todas formas se requeriría la prisión preventiva contra el imputado, aunque esta podría caerse debido a que la causa contaría con una sola declaración de un testigo presencial. Otras fuentes confiaron que el testigo clave es una persona con antecedentes y que habría tomado la decisión de denunciar a los pesquisas porque “no le pagaron la recompensa de 20.000 pesos” que ofreció el Ministerio de Seguridad.