La infraestructura de las reparticiones judiciales, en pésimo estado en su gran mayoría, son también un impedimento para que los ciudadanos accedan al servicio de justicia.

Ni hablar del maltrato que significa para los trabajadores en este caso del Ministerio Público Fioscal realizar sus tareas en sitios muy deteriorados.

En este caso puntual, un lector nos envió fotos de la Oficina Fiscal 2, cita en el barrio Cano, de Ciudad, donde el hall se cae literalmente a pedazos y se inunda por una filtración de agua. Además, no tiene baños operativos. Realmente lamentable y alarmante a la vez.

Anote, procurador Alejandro Gullé, tarea urgente a resolver.