El bailarín argentino Julio Bocca aseguró ayer en España (donde se encuentra de gira) que no extrañará nada su profesión cuando se retire de los escenarios en diciembre y se mostró satisfecho con su determinación, porque “es lindo hacer un cambio en la vida”.
“Estoy feliz y cada día más convencido de la decisión que tomé”, manifestó en una conferencia de prensa con motivo de la presentación de la obra Adiós, hermano cruel, que el bailarín estará presentando durante cuatro días en varias ciudades de España.
Bocca, de 40 años y fundador y director del Ballet Argentino, relató que, tras su última función, el 22 de diciembre en una actuación gratuita al aire libre frente al Obelisco, en su Buenos Aires natal, tiene programado un viaje a la Antártida que le servirá para “despejar, limpiar la cabeza después de tantos años de disciplina, responsabilidades y compromisos”.