El empresario Juan Carlos Blumberg volvió a cargar ayer duramente contra el Gobierno por la contramarcha que el funcionario y ex piquetero Luis D’Elía organizó a metros de la Plaza de Mayo, y presentó el petitorio en reclamo de mayores medidas de seguridad en el Congreso y en la Casa Rosada. Por su parte, el Gobierno se mantuvo en silencio sobre la masiva marcha que encabezó el jueves el ingeniero en la Plaza de Mayo, e incluso el presidente Néstor Kirchner y el gobernador bonaerense, Felipe Solá (uno de los principales blancos de las críticas por la inseguridad), compartieron ayer un acto en la Casa Rosada, pero ambos evitaron no sólo hablar del tema, sino también mantener contactos con la prensa.

    Solá se limitó a ratificar su voluntad de “urbanizar” todas las villas de emergencia y asentamientos del conurbano, unas 700 distribuidas en 19 partidos, como medida para combatir la inseguridad. Por su parte, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, no concurrió como estaba anunciado a una jornada sobre educación y seguridad vial organizada por la Federación Argentina de Municipios (FAM). En ese marco, trascendió que el gobernador bonaerense le pidió a sus ministros de Seguridad, León Arslanián, y de Justicia, Eduardo Di Rocco, que informaran sobre la denuncia de la supuesta quema de archivos que formuló públicamente Blumberg, y sobre la política carcelaria de la provincia.