El Reino Unido se ha sumado  en Europa y, a buen seguro que a pesar del “Brexit” algún otro estado de la Comunidad Europea les seguirá pronto, a la implantación de los billetes de plástico, un sistema que ya aplican desde finales del pasado siglo Australia y Nueva Zelanda, y que también llevan tiempo usando en diversos países americanos.

Desde hace unas semanas los ingleses han comenzado a sustituir su papel moneda y quién aparece en el billete que han puesto en circulación, el de cinco libras (unos 8 dólares USA), es el exprimer ministro conservador Winston Churchill por una cara y, por supuesto, la reina Isabel por la otra.

 

Este billete también incorpora el texto de la cita histórica que realizó el mandatario, a las tres de tarde, –por lo que aparece en el billete el Big Ben marcando esa hora– durante su discurso histórico al poco de comenzar la Segunda Guerra Mundial.

La idea, según informan desde el Banco de Inglaterra, es que la entidad continúe dentro de un año con la creación del billete de 10 libras (unos 15 dólares), que llevará impreso el rostro de la escritora Jane Austen, nacida en Inglaterra en 1775 y que escribió, entre otras obras: “Sentido y sensibilidad” (Sense and Sensibility, 1811), “Orgullo y prejuicio” (Pride and Prejudice, 1813), Mansfield Park (1814).

El siguiente paso será introducir el billete de 20 libras (unos 30 dólares) para el año 2020, que llevará en el reverso el rostro del pintor especializado en paisajes William Turner, nacido en Londres en 1775.

Según el  gobernador del banco emisor del Reino Unido, Mark Carney, “asegurar la confianza y la seguridad en el dinero es una parte fundamental de la labor de los bancos centrales. Los billetes de polímero son el próximo paso en la evolución del diseño de los billetes bancarios para alcanzar ese objetivo”.

 

Mejorando la calidad y dificultando la falsificación

Los orígenes de este tipo de billetes de curso legal se remontan a 1988, cuando el Banco de la Reserva de Australia (RBA) y la Organización para la Investigación y Desarrollo Científico de la Commonwealth (CSIRO), en colaboración con la Universidad de Melbourne,  desarrollaron el “polipropileno con orientación biaxial” (BOPP), un material  que reduce en torno a un 30%, según los expertos, el daño medioambiental en su proceso de producción, además de otras mejoras.

Según el gobernador del banco de Inglaterra, de origen canadiense, “la calidad del billete de polímero es más alta, son más difíciles de falsificar y pueden producirse a un menor costo para el contribuyente y el medio ambiente”.

Según informan también desde la entidad bancaria, el estudio previo que han hecho sobre estos billetes indican que durará 2,5 veces más que los actuales de papel de algodón, aproximadamente una vida útil de 5 años,  además de que se conservan más limpios.

Los billetes tienen una ventana transparente y los bordes cambian de color o un holograma que varía de forma al balancearlo, detalles para que sea más difícil su falsificación.

440 millones de billetes

El material que se utiliza para su fabricación se produce a partir del polipropileno, que se transforma en una lámina fina, transparente y flexible, que luego es recubierta con una capa de tinta, en la que se imprime la figura que se quiere colocar o el diseño que se considera conveniente.

El tamaño es algo más pequeño que los actuales del mismo valor y los bancos británicos están llevando a cabo una labor de reconversión gradual en el tiempo de sus cajeros automáticos.

 

El polipropileno permite también que el billete sea más resistente, limpio y seguro, haciendo casi imposible que se rompa o desgarre en el trato habitual. Según la entidad bancaria británica se han fabricado 440 millones de estos billetes de cinco libras.

El Banco de Inglaterra también ha anunciado que irá retirando de la circulación, de forma progresiva, los antiguos billetes de cinco libras,  que dejarán de ser de curso legal en mayo del próximo año, aunque eso sí, se podrán cambiar por tiempo indefinido todos esos billetes en la propia entidad británica.

Por otra parte ya cuentan con este tipo de billetes de plástico en circulación entre su moneda en varios países de América: México, Brasil, Chile, Canadá o Costa Rica; en Asia: Bangladesh, Brunei, Indonesia, Malasia,  Nepal,  Singapur, Sri Lanka, Tailandia o  Vietnam; en  Oceanía: Australia, Nueva Zelanda. Fiyi o Papúa Nueva Guinea y en Europa ya cuentan con este tipo de papel-plástico como moneda: Rumanía, Bulgaria o Letonia.

Otros países también tienen este tipo de billetes pero, en algunos, de manera conmemorativa, es decir  que no están en circulación, por ejemplo se puede comprobar en Rusia con su billete de 100 rublos, o en China con su billete de 100 yuan.  ¿Se animarán pronto en reconvertir el papel en plástico monedas de referencia como el dólar o el euro?.