Volvió y lo hizo a lo grande, encabezando un cartel en el que también estaban Eminem y The Weeknd, pero claro, nada que ver la expectación que levantó Queen B que cuidó hasta el mínimo detalle de su actuación.
Impresionante, apareció vestida como una diosa egipcia con un manto firmado por Balmain, como el resto del vestuario de sus dos horas de concierto. Olivier Rousteing ha estado un tiempo trabajando mano a mano con ella y su estilista para crear una colección que impresionara durante esta actuación.
Unos cien bailarines y músicos para crear una actuación redonda que arrancó con Crazy in love. Aunque bastó que apareciera ella para que el público enloqueciera.
En esta ocasión fue la reunión del grupo que la dio a conocer, Destiny's Child. Sus antiguas compañeras salieron a escena para cantar con ella Say my name, Soldier o Lose my breath.
Beyonce es la reina del mundo #Beychella pic.twitter.com/XI7m2S00BF
— no entiendo (@latalchely) 15 de abril de 2018
Tampoco faltó la familia. Su hermana Solange Knowles salió a bailar con ella Get me bodied y tampoco faltó Jay Z, su marido con el que va a comenzar de nuevo gira. El público tuvo que esperar al final para verles juntos mientras sonaba Deja vu. Un cierro para un concierto de lujo que no decepcionó.