La vivienda de dos funcionarios judiciales que residen en la zona de la Sexta Sección fue el blanco elegido por dos delincuentes armados, quienes, ayer a la mañana, asaltaron a dos mujeres que estaban en la casa. Se llevaron, en objetos de valor, más de 6.000 pesos y un pequeño perro de raza caniche. Además del atraco, las víctimas sufrieron constantes manoseos morbosos por parte de sus atacantes.

    Cerca de las 9, justo cuando la empleada doméstica barría la vereda de la casa de María Rosa Rao (50) –funcionaria de la Suprema Corte– y su esposo, Miguel Marcuzzi –también empleado del máximo tribunal–, los asaltantes se metieron por la puerta de la vivienda. El hecho ocurrió en Neuquén 2759, entre Aguado y Jorge A. Calle, en la Sexta Sección, en Ciudad. Según confirmaron fuentes oficiales, Rao estaba en su casa junto a la mujer que le ayuda en los quehaceres domésticos, Ana Clara Montes.

    Los dos ladrones, quienes portaban armas de fuego, obligaron a la empleada de Rao a que ingresara al interior de la casa, en la que se hallaba su dueña durmiendo. Los asaltantes le indicaron a la doméstica que despertara a su patrona, ya que esta era la única persona que podía indicarles dónde estaban guardados los objetos de valor que tenía la familia.

INESPERADO. Rao se despertó con la desagradable presencia de los delincuentes, quienes amedrentaron a ambas víctimas y las manosearon en sus partes íntimas, lo que agrava el traumático robo con un claro caso de abuso sexual. Con respecto a los objetos en que posaron su mirada los ladrones, fuentes judiciales confirmaron que sustrajeron dinero en efectivo y un pequeño perro caniche.

    El monto que fue sustraído de este domicilio de la Sexta Sección se estimó en unos 6.000 pesos, cifra que las víctimas no quisieron ni confirmar ni negar a la hora de ser consultadas por este medio. Junto a la plata, los ladrones habrían sumado a su faena varias alhajas y otros objetos menores, tal como indicó uno de los policías que actuó en este hecho. El matrimonio que sufrió este delito sólo esbozó una hipótesis de por qué se puede haber producido el asalto.

    En esta versión entra en juego una historia en donde una anterior empleada doméstica fue echada de su trabajo. El motivo del despido habría sido el faltante de pertenencias de Rao y de Marcuzzi y, luego de estas circunstancias, esta pareja habría recibido amenazas. La investigación quedó a cargo de la Oficina Fiscal N° 2.