Godoy Cruz está vivo en tres copas (Libertadores, Argentina y de la Superliga), pero con signos vitales débiles. Porque el nivel del conjunto mendocino preocupa y su futuro inmediato no invita a la ilusión.

El 1 a 1 ante Patronato en Paraná sólo tuvo como buena noticia que no perdió. No es poco ya que incluso con un empate sin goles el sábado en Mendoza avanzará de ronda en la flamante Copa de la Superliga. El problema es cómo juega el equipo de Lucas Bernardi.

Un aceptable primer tiempo ante Sporting Cristal y buenos pasajes contra Universidad de Concepción (jugando una hora con un hombre más que su rival) fueron las única señales positivas que entregó el ciclo Bernardi. Pero las deudas en el juego se acumulan y los últimos partidos (Olimpia, Belgrano y Patronato) provocaron grandes dudas y reproches al técnico y los jugadores.

Es cierto que Bernardi tuvo poco tiempo de trabajo y que se hizo cargo de un grupo con el ánimo por el subsuelo y una preparación física deficiente tras el pésimo ciclo de Marcelo Gómez. A eso se suma la seguidilla de viajes que tuvo que afrontar un plantel “corto”. Son explicaciones lógicas, no excusas.

Pero el DT también colabora con el mal momento futbolístico de Godoy Cruz, principalmente con decisiones cuestionables al momento de armar el equipo. Insiste con jugadores que no brindan soluciones dentro de la cancha, ubica a futbolistas en posiciones donde no se sienten cómodos y no parece dispuesto a negociar su fórmula 4-3-3, más allá de no contar con intérpretes idóneos para ese plan.

Los jugadores también están en deuda. El bajo nivel de varios, la falta de rebeldía y madurez futbolística de otros y reacciones inexplicables de algunos conforman un combo que complica el presente y futuro inmediato del Tomba.

La dirigencia también tiene su cuota de responsabilidad, principalmente en el armado del plantel. Nadie pensó en reemplazantes para Luciano Abecasis (lesionado) y Fabrizio Angileri (transferido a River) y todo el equipo se resintió. De los refuerzos que llegaron en el último mercado de pases, el único titular es Juan Martín Lucero y el resto fueron apuestas que no rinden aún sus frutos.

Tampoco tuvieron a mano un plan B ante el mal paso de Gómez y de la mano del cada vez más influyente representante Cristian Bragarnik, volvieron a recurrir a Bernardi, que se había ido del club porque supuestamente no representaba el estilo de juego que pretendía la dirigencia. Así y todo, volvió.

Godoy Cruz estuvo a minutos de protagonizar un papelón ante Armenio en la Copa Argentina, pero logró un triunfo milagroso para avanzar a 16avos de final donde enfrentará al ganador de Huracán y Unión de Sunchales. En caso de superar esa ronda, podría cruzarse a River.

En la Copa de la Superliga, si pasa a Patronato, se le viene Boca.

Y en la Libertadores, si le gana a Sporting Cristal y a Universidad de Concepción, estará en octavos de final

Pero lo único claro es que si no levanta su nivel, hasta ahí llegará el Tomba en las tres competencias.